Es máximamente indignante que la institución científica más importante de Canarias, que posee la máxima, rica y completa colección de nuestra cultura aborigen o prehispánica -como se prefiera- se encuentre sumida en una profundísima crisis económica, motivada por la disminución de las subvenciones de los organismos públicos: Jodierno Atinómico, Cabildo de Gran Canaria y Ayuntamiento de la Ciudad Real de Las Palmas de Gran Canaria, que ha obligado a su Junta de Gobierno a efectuar una regulación del personal de su plantilla de trabajadores, con el despido temporal de un numeroso grupo de ellos -más de la mitad- y el cierre de su biblioteca y de su hemeroteca. Esta lamentable situación regocijará sobremanera a don Pepone Bin-Laden, editor de El Día-rrea chicharrerón.
Es absolutamente incomprensible que mientras el Jodierno Atinómico concede una enorme cantidad de euros al T.E.A -Tenerife Escena de Arte-, que alberga algunas obras de Óscar Domínguez, que, según expuso en el periódico La Provincia la crítica de artes plásticas Paloma Herrero, no son las más logradas del famoso pintor surrealista tinerfeño, se le escatime la aportación económica al Museo Canario, símbolo incomparable de nuestro patrimonio cultural prehispánico. ¿Qué hace su vicepresidente y Consejero de Economía y Hacienda, el "grancanario" José Manuel Soria, que me manifestó cuando fue Presidente de nuestro Cabildo "que no le preocupaba que se llevaran para Tenerife consejerías y organismos autonómicos que por el Estatuto tenían que residir en Las Palmas de Gran Canaria, porque sí tenemos menos funcionarios"? NADA en absoluto, aceptar todo lo que le imponen los caoalicioneros-áticos en perjuicio de nuestra isla, que se supone es la suya, aunque los hechos demuestran lo contrario.Que el Cabildo de Gran Canaria, que dedica grandes sumas a subvencionar a la U.D. Palmas -"nuestro equipo representativo". ¿De qué? Lo será de los que asisten a sus partidos, entonces que lo paguen ellos-, una sociedad anónima, y al equipo de baloncesto Gran Canaria, ambos plagados de jugadores foráneos, sea tan mezquino con El Museo Canario, y también, por extensión, con nuestro deporte vernáculo: la lucha canaria, en ostensible decadencia en Gran Canaria, donde ya no surgen puntales de categoría. Que el Ayuntamiento de la Ciudad Real de Las Palmas de Gran Canaria sea tan cicatero con la principal institución científica del archipiélago canario y paradójicamente gaste grandes sumas en la programación del Teatro Pérez Galdós, pagando un suculento sueldo a su director, y manteniendo un nutrido grupo de administrativos, que no se compensa con la no muy numerosa asistencia de público, a pesar del reducidísimo aforo que ha quedado después de la monstruosa "reforma", gravísimo atentado contra su noble estilo arquitectónico, y además derroche grandes cantidades en producciones como la de Tanhäuser, contratando a la costosísima escenográfa Katarina Wagner, biznieta del compositor; sería mucho más razonable y eficaz que, aparte de mantener su aportación a El Museo Canario, la aumentase, así como a los Amigos Canarios de la Ópera Alfredo Kraus para que elevase al menos en dos títulos más, con sus correspondientes representaciones, los que normalmente ofrecen en su festival, e igualmente a los Amigos Canarios de la Zarzuela, que perciben una insuficiente ayuda económica municipal, y a la Sociedad Filarmónica para que también incremente el número de los conciertos de su temporada; el Ayuntamiento debería limitarse a la celebración de las fiestas fundacionales del 24 de Junio, con una quincena de actos culturales -y populares obviamente- en el Teatro Pérez Galdós y en el Auditorio Alfredo Kraus, con algunos conciertos de orquestas foráneas y solistas y, especialmente, ballet, del que tan escasas representaciones tenemos -esta temporada ninguna- al no existir una asociación de amigos de la danza en nuestra ciudad, equivalente a los de la ópera, la zarzuela y la Sociedad Filarmónica -la más antigua de España, que este año cumplirá su 165 aniversario-. Igualmente habría que moderar el derroche del Carnaval. Y que no se invoque demagógicamente que hay que atender "el gusto de la mayoría", porque en todos los países civilizados la CULTURA y el ARTE reciben una atención preferente, aunque sean minoritarios, porque son las manifestaciones más nobles y elevadas del intelecto humano. Así es bochornoso y vergonzante que Las Palmas de Gran canaria no tenga un Museo de Bellas artes, que localidades de inferior categoría e importancia poseen. El Museo Canario, por su prestigio, no solamente en el archipiélago sino nacional e internacional, no PUEDE ni DEBE sufrir disminuciones en su presupuesto que perjudiquen su actividad. ¿Para qué entonces la ampliación de su sede, con la censurable y absurda demolición del edificio del Colegio Viera y Clavijo, si no cuenta con los dineros necesarios para la edificación y mantenimiento? Un absoluto dislate.
Quizá la posible solución para la pervivencia sin sobresaltos de El Museo Canario sería que el Cabildo de Gran Canaria lo integrara en su red de museos insulares -Casa de Colón, Casa de Pérez Galdós, Casa de Tomás Morales, Casa de León y Castillo, etc-, pero con total independencia de los caprichos y veleidades de los políticos de turno en la Consejería de Cultura, y dotándolo de un Director y de un Conservador por rigurosa oposición, no a dedo como es tradición y hábito, favoreciendo así a los afines políticamente. Los abogados del Cabildo han de estudiar minuciosamente los estatutos y reglamentos de El Museo Canario para hallar el cauce legal que permita su dependencia del organismo cabildicio. Creo que ello sería viable. Hay que encontrar la fórmula adecuada y necesaria -bien la subvención apropiada o bien la integración- para garantizar intemporalmente y al cien por cien su pervivencia y su completa actividad, porque de no hacerlo así constituiría una vergüenza y una ignominia para nuestros representantes públicos, más preocupados por la frivolidad de un puñado de votos que por la cultura. ¡Que diferencia con la Europa culta! Estamos a años luz de distancia de ella.
Espero y deseo que estos políticos nuestros dejen de excusarse con la ya manida crisis, que sin duda existe, y que no niego, y que protejan decididamente las manifestaciones más transcendentales e importantes del ser humano como son la CULTURA y el ARTE, y en el caso concreto que nos ocupa y preocupa por nuestra sensibilidad y educación, El Museo Canario, extensivo igualmente a la Cueva Pintada de Gáldar, la ÚNICA manifestación pictórica aborigen de Canarias, de la que hay que realizar una eficaz promoción y propaganda entre los visitantes alojados en las zonas turísticas de san Bartolomé de Tirajana y de Mogán, para su conocimiento y visita, que se podría complementar y completar con el Cenobio de Valerón, que en realidad no era tal sino un granero.
Este es un urgentísimo S.O.S. mío por El Museo Canario, en ayuda del cual deberían y tendrían que volcarse generosamente todas las instituciones públicas de Canarias, sin excepciones y sin mezquindades económicas, no escudándose en la crisis y aprovechándose de ella para disminuir sus aportaciones dinerarias. El Museo Canario es ÚNICO en nuestro archipiélago -sin desprecio a otras instalaciones similares, pero de menor relieve- y como tal DEBE ser atendido y protegido. Es una inexcusable obligación de todos esos organismos por lo que significa y representa en la cultura en general, y aborigen en particular, de las islas Canarias. ¡Que no se produzca su cierre, que podría suceder por dificultades económicas insuperables con los actuales medios, que fuera de aquí nadie comprendería, justificaría ni aplaudiría.
Carmelo Dávila Nieto
sábado, 13 de febrero de 2010
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3 comentarios:
Estoy de acuerdo.
Mal vamos y peor estaremos.
CANARIAS NO DEBE PERMITIR ESTO.
Muy bueno Doramas.
La cultura en esta tierra se ha vuelto elitista y solo se hace lo que le agrade al político de turno, el resto es considerado por ellos como basura.
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