El drama de ZP para recortar el gasto y la ayuda a la cocina vasca |
Merkel y los mercados sitúan a Zapatero en una ratonera. Si recorta el gasto que le exigen puede alargar la recesión y, si no, la tormenta financiera no ha hecho más que empezar. Es hora de examinar todas las subvenciones, incluida la de la cocina vasca. |
CARLOS SEGOVIA Merluza con percebes y perlas de aceite, sopa de chufas con mango y helado de piña asada. Los ministros y altos funcionarios de investigación e industria de los 27 países de la Unión Europea que asistieron a la cena del pasado domingo en San Sebastián degustaban la cena cocinada por Pedro Subijana, Martín Berasategui, Juan María Arzak y Andoni Luis Adúriz. Iba a comenzar otra semana de vértigo en los mercados financieros para una Europa que se va a quedar atrás en la recuperación al perder competitividad frente a EEUU y China. Pero la presidencia española de la UE llamaba al optimismo con un banquete de rechupete. Y eso que todos los ministros asistentes saben que el lastre principal del actual fiasco europeo son los llamados «países periféricos» de la UE como Grecia, España y Portugal. La anfitriona, la ministra de Ciencia y Tecnología, Cristina Garmendia, y el lehendakari Patxi López, aprovecharon la cena para poner de ejemplo del nuevo modelo económico innovador al Basque Culinary Center, el proyecto de la Universidad de Mondragón y el mencionado grupo de cocineros vascos -sin olvidar a Karlos Argiñano- de crear un centro docente gastronómico. Todos ellos son socios de la Basque Culinary Center Fundazioa que ha recibido siete millones de euros de subvención del Gobierno español para que el centro pueda arrancar en 2011. El dinero forma parte, según el Real Decreto Ley firmado por Garmendia para sus paisanos, del llamado Plan de Dinamización de la Economía que acompaña al Plan E y cuyo objetivo son «actuaciones en sectores industriales clave». Para su concesión no hubo concurso público ni leches en vinagre -un plato no recomendado por el Basque Culinary Center-, sino una subvención directa. Tan directa que precisó el pasado 31 de octubre de un Real Decreto especial, «porque tiene un carácter singular que dificulta la convocatoria pública de la ayuda», pero tendrá un «impacto social y económico fundamental al incidir en la cultura gastronómica y alimentaria». La fundazioa ha recibido también subvenciones autonómicas vascas y la condición que pone Garmendia es que todas ellas en conjunto no superen el cien por cien de la inversión. Los siete millones de euros, que ya quisieran en estos tiempos todos los rectores de las universidades de España, han corrido a cargo del presupuesto de 2009 y forman parte, por tanto, del colosal déficit del Estado, cercano al 12%. Ese mismo déficit que ha provocado muy serias dudas en el mundo sobre la sostenibilidad futura de la deuda española. ¿Cuál es el objetivo del proyecto? Según la Universidad de Mondragón el primero es «la proyección internacional de Euskadi como meca de la alta cocina mundial». Según ha declarado el cocinero Adúriz, se trata también de transmitir valores y el catalán Ferran Adrià ha aceptado presidir el consejo asesor. La cocina vasca ha alcanzado un reconocimiento internacional y debe ser uno de los activos de la imagen de España en el exterior para atraer turismo de calidad. Pero la pregunta es si este boyante grupo de cocineros y la universidad de Mondragón, que no es la más depauperada del Estado, precisan tanta subvención para conseguir sus fines y ésta es prioritaria en estos momentos. Un repaso a los 90.000 millones de euros que reparten las distintas administraciones seguro que ofrece subvenciones mucho más cuantiosas y chocantes. Sin ir más lejos, los 1.000 millones anuales de ayuda al carbón con el objetivo de mantener los 5.000 empleos del sector especialmente en la región natal del presidente (ver información adjunta). De todo esto hay que hablar y debatir. Todos los ejemplos son válidos para lo que se impone en este momento crucial: examinar a fondo en qué se está gastando el dinero de los contribuyentes. Tras la resistencia mostrada por Angela Merkel a poner dinero en la cumbre de Bruselas del pasado jueves, el panorama está claro: los gobiernos del euro que tengan un déficit explosivo tendrán que hacer sus deberes desde ya sin poner en peligro la moneda única. Por tanto, deberán presentar y ejecutar un compromiso de ajuste creíble en el exigente calendario de aquí a 2013. ¿Cómo pasar del 12% del déficit al 3% en tres años con la economía deprimida? El PP congeló los sueldos de los funcionarios para entrar en el euro, como recordó el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, en su bien acogida presentación ante los inversores internacionales, pero ahora es peor. La ratonera, el drama, en que se encuentra Zapatero es que si recorta desde este año el gasto público, prolongará la recesión o provocará una recaída trágica para el empleo y para sus posibilidades electorales. Ya fue duro para los ministros aprobar el viernes un recorte y eso que apenas alcanza el 8% de lo que tiene que hacer en tres años. Además, hay líneas rojas. Por ejemplo, «sería inaceptable que el Gobierno incluyera en el recorte lo pactado con el PNV», afirma su portavoz económico Pedro Azpiazu. Éste pactó inversiones en Euskadi por valor de 145 millones de euros. Y qué decir de lo que obligan los estatut autonómicos varios. Pero si el presidente no mete la tijera, la tormenta con la deuda y la Bolsa española no ha hecho más que empezar, porque la marca España continuará sentenciada si no hay cambios radicales. Ejemplo: tras «el mensaje de confianza» que, según Zapatero, ha enviado la UE, el Ibex y los bonos han terminado la semana en un fogón candente difícil de controlar incluso para Argiñano. |
SI NO LO LEO... - (BOE NÚMERO 263 - SÁBADO 31-OCTUBRE DE 2009)...NO LO CREO.
CON LAS MANOS EN LA MASA
En el arte culinario
mi vecina es un placer
tiene uno extraordinario...
y hace muy bien de comer.
0 comentarios:
Publicar un comentario
Escribe en libertad y sin censuras