domingo, 14 de junio de 2015

ERRORES Y TEMORES ANTE EL PANORAMA DEL CAMBIO

Todos los que  afirman trabajar por y para el pueblo, conocidos con el nombre de políticos, han conseguido al menos en España, que sea la profesión más desprestigiada y denostada del país, quienes curiosamente, cuando intervienen en alguna de las múltiples tertulias de debate y se aborda el tema de la corrupción, son los primeros en abominarla y condenarla, presentándose como denodados adalides contra semejante lacra. Por citar un ejemplo reciente, fuimos cientos de miles los españoles  que aplaudíamos a Francisco Granados (PP), ex destacado miembro del Gobierno de la Comunidad de Madrid y seleccionado por la prestigiosa Head Hunter , Esperanza Aguirre, por su énfasis a la hora de criticar y descalificar las tremendas corruptelas de los socialistas andaluces, para terminar con sus huesos en la cárcel como máximo responsable del “Caso Punica”.

     Actualmente, si existe algo sobre lo que los ciudadanos deploran conversar y opinar es precisamente sobre nuestros políticos, parte de los cuales en efecto se dejan la piel pero para no perder el poder, mientras que la lucha de los restantes se centra conseguirlo. Infinidad de servidores de la Patria pertenecientes a varias CC.AA. y miles de Ayuntamientos, comprobarán con dolor y crispación como pierden sus canonjías al ser cesados en sus puestos, despidiéndose de sus sustanciosos sueldos, secretaria, despacho, coche oficial, etc, unido al complemente que presuntamente les proporcionaba la consentida corruptelilla con la que se pagaba la hipoteca, vacaciones y el colegio ingles de los chicos y la universidad privada de los mayores y algunas cosillas más…

     En esta ocasión y a la vista de los resultados del 24-M, sucederá todo lo contrario de lo ocurrido en el 2011, siendo los peperos los mas (merecidamente) perjudicados, quienes primero con sus compañeros de sufrimiento y a continuación con sus respectivas familias, podrán a parir a Rajoy, Sáenz de Santamaría, Cospedal Garcia, ministros culpables, más un largo de etcétera de Florianos y similares, por la debacle sobrevenida y no haber sabido aprovechar la incomparable ocasión que les brindó y desperdiciando los cuatro años de legislatura con  aplastante mayoría conseguida.

     Con independencia de que el contrato del eterno asesor del PP, Pedro Arriola, y más concretamente de Mariano Rajoy terminará en diciembre del 2015, retribuido con 600.000 anuales, prácticamente apartado de sus funciones desde hace varios meses, sabe perfectamente que los errores cometidos por el presidente, en parte por sus equivocados consejos durante la presente legislatura, el problema no se va a solucionar en seis meses, ni dispone de estrategias  para evitar el muy posible desastre de las próximas generales, con lo cual, obviamente, ha preferido ceder los trastos a Narciso Michavila y su equipo para que se coman el marrón, dejando muy claro que él ya no ha participado en las ultimas dos campañas electorales y salir por la puerta grande.

     Por su parte, los socialistas,  están demostrando no haber asimilado todavía las sandeces de todo tipo cometidas por el innombrable Rodríguez Zapatero, experto coleccionista de despropósitos y reputado “contador de nubes”, auténtico responsable de haber entregado a los populares la mayoría absoluta. Todavía son millones de españoles los que tienen gravada su bobalicona sonrisa en el viaje a USA para fotografiarse con Obama, acompañado de sus nenas ataviadas con góticas vestiduras. Su predisposición a hacer el ridículo es única en los anales de la Historia de España paralelamente a sus decisiones políticas sobre las cuales los mejor es observar un discreto silencio. Lo que resulta inexplicable es como todavía se presenta en ciertos cenáculos y actos públicos del PSOE.

     Como siempre, lo suyo es buscar culpables, que lo sean o no es lo de menos. La cuestión es encontrar razones y argumentos para salir del paso, y en los últimos comicios, la justificación de los nefastos resultados del PP y PSOE fueron la  incorporación de las dos formaciones emergentes, concretamente Podemos y Ciudadanos.

     Sobre los primeros, la mayoría de los españoles solo conocemos a su líder, Pablo Iglesias, de verbo fácil, delgado, pecho hundido y gran frondosidad capilar, que con mayor o menor fortuna imitan muchos de sus seguidores. Lo suyo es reconocer que liderando Podemos y sus círculos, unido a las llamadas marcas blancas o franquicias, sin haber obtenido en autonómicas y municipales el porcentaje de votos esperado, cabe la posibilidad de que pactando con el PSOE y otras formaciones, podrá transformar el panorama político de este país, aunque sea a golpe de retrotraernos a ideas y vivencias del siglo pasado. Para algunos, los más jóvenes, las mayorías absolutas no son buenas, propician los abusos y favorecen la corrupción. Para los menos jóvenes, asumiendo que los cambios suelen ser positivos, no es menos cierto que el patio pátrio no está precisamente para muchos experimentos, de los que guardamos amargos recuerdos. Sobre el desaparecido Monedero, sus andanzas son de sobra conocidas y criticadas, algo similar aunque a menor escala de lo sucedido con el redicho Errejón que tampoco merece profundas reflexiones. Sobre el resto, fácilmente podría afirmarse que son perfectos desconocidos.

     En lo que respecta a Ciudadanos y reconociendo sus valores y crecimiento de los últimos meses a costa de descontentos y fugados del PP, sus fervorosos seguidores iniciales comienzan a desconfiar y criticar alguna de las frivolidades de Alberto Rivera, como por ejemplo el difundir ciertos acuerdos en los medios sin haber sido tratados previamente en el seno de el partido. Igualmente recelan a que les puede llevar y favorecer de cara a las generales, las negociaciones a dos bandas con el PP y PSOE. Cabría también interpretar que tras tres décadas de alternancia en el poder, PP-PSOE, a los españoles nos resulte incómodo e incomprensible este cambio de cromos, que tal como se ha descubierto, muchos de ellos se están materializando a través de ocultas negociaciones, que para nada coinciden con la claridad prometida e incumplida por todos los partidos.

     Tanto enjuague y trilerismo disgusta más que gusta, fomenta la desconfianza y genera muchas dudas. Todos interpreten que tienen derecho a una ración de poder superior a la que se les pretende otorgar, y tales discrepancias sabemos que solo fomenta   odio y provocará enfrentamientos. ¿Será ese el eficaz método de los políticos para demostrarnos la gran preocupación que sienten por la sociedad?. Con todo el respeto, las dudas son infinitas, desconfiando que la codicia y ambición de la clase política puedan terminar con  la prosperidad alcanzada, y lo que nos estamos jugando es el futuro que pretendemos legarle a millones de jóvenes de este gran país llamado España.

     La obligación de los que democráticamente comiencen a gobernar a partir de ahora, consistirá en hacerlo con criterio y naturalidad. Más adelante, si así se considera, perfeccionemos nuestro sistema electoral adecuándolo a los momentos actuales y el beneficio será común. Refórmese lo que proceda y sea totalmente necesario, pero sin caer en la demagogia y el revanchismo de cargarnos indiscriminadamente todo o parte de lo anteriormente legislado por el mero hecho de haber sido obra de otros.

Atentamente.
José-Tomás Cruz Varela
D.N.I. 02470916A

viernes, 12 de junio de 2015

EL APESTOSO POPULISMO Y NEO COMUNISMO DE PODEMOS

Tras conocerse los resultados del 25-M, salvo las excepciones de IU y UPyD, como siempre, todos se reconocen ganadores y encantados de haberse conocido. El sentimiento general de la sociedad es de hastío, total desencanto y desafección hacia la clase política. A estas alturas el español de a pié detesta hablar de política, zanjando cualquier discusión con la despectiva definición de “todos son unos chorizos” (con perdón del al noble embutido), sin entrar en disquisiciones de siglas ni ideologías.

     Como era de esperar, la irrupción de Podemos y Ciudadanos ha trastocado los resultados de autonómicas y municipales, pero cuando la misma tortilla debe ser repartida entre cuatro comensales en lugar de dos, las raciones han menguado y provocado dos esperadas conclusiones: desaparición del bipartidismo y el obligado recurso a los pactos entre distintas fuerzas políticas para poder gobernar.

     Sin duda, el principal elemento desestabilizador en estos comicios ha sido la formación “Podemos” liderada por Pablo Iglesias, quien desde octubre del 2014 con su trasnochada verborrea de corte marxista soltó la memez de “a tomar el cielo por asalto”, prodigándose por todas las cadenas de TV, cobrando y con un trato deferente por parte de La Sexta (el regalo del difunto Sr. Lara a Antena-3). En línea similar se propuso y consiguió apropiarse de gran parte del descontento protagonizado por el Movimiento 15-M, del que se considera heredero distinguido. La pretensión de vincular el fenómeno Podemos con la alternativa capitaneada por Felipe González en 1982 aglutinando a toda la izquierda,  constituye un solemne despropósito y todo parecido es mera coincidencia.
  
     Pretender buscar la prosperidad de España tras la herencia recibida del nefasto Zapatero (PSOE), a golpe de una política económica basada en el aumento desproporcionado del gasto público, indefectiblemente nos conduciría al mayor de los desastres trasladándonos a la época previa al advenimiento de la crisis, que aunque no les guste al Sr. Rajoy y su Gobierno, millones de personas siguen padeciendo en España.

     En efecto, Iglesias es un personaje brillante, inteligente y con una capacidad para improvisar y repentizar muy por encima de la media de los políticos españoles, y no digamos ya comparándolo, salvo excepciones, con los de su cuadrilla. Para no juzgar ni emitir criterios en base a la opinión de tertulianos y programas de las distintas cadenas de TV, aunque solo fuese por pura curiosidad y disponer de un criterio más próximo a la realidad, lo suyo sería acudir como oyentes a alguna de las reuniones locales o de barrio convocadas por militantes de Podemos y escuchar sus intervenciones y propuestas…Para llorar es poco.

     Resultaría muy descarado que Pablo Iglesias no condenase el encarlamiento de presos políticos en Venezuela, pero no es de recibo el que siga defendiendo el aberrante régimen Chavista, inadmisible de todo punto en cualquier país democrático. El haber suavizado diplomáticamente el contenido de sus discursos (con expcepción de los insultos vertidos en los mítines contra dirigentes del PP)  corrobora su tacto político. Por elmomento y aunque todavía no han gozado de las mieles del poder aunque lo esten deseando, les permite seguir alardeando de la virginidad que les otorga el carecer de responsabilidades de gobierno.

     Otra de las habilidades del líder es el enfoque demagógico que utiliza en sus intervenciones perfectamente ajustado y orientado a lo que necesitan oir los menesterosos españoles, rodeando su proyecto-exposición de un buenismo utópico y perfectamente instalado en la indefinición. Sus cuadros saben que pronto ocuparán puestos de responsabilidad y están ansiosos por comenzar a  disfrutar de las prebendas que ello conlleva  tras los muchos años tragando quina, pasando privaciones y acumulando envidia y resentimiento.

     Iglesias, con su envidiable frondosidad capilar es, un auténtico maestro del populismo  que sus seguidores interpretan como una novedad salvadora, a la que ya algún cretino ha bautizado como “neocomunismo”, siendo precisamente ante estas situaciones cuando se nos ve el plumero comparativamente con los restantes paises de la UE, exceptuando Portugal, Grecia y alguno más, donde no tragan ni toleran salvapatrias de semejante catadura que solo prosperan en América Latina. Es importante saber que nunca las administraciones han creado riqueza, siendo las personas con su libertad, iniciativa y asumiendo riesgos quienes han generado la prosperidad de las naciones.

     En definitiva siempre se repite la misma monserga: igualar y prohibir, pero eso sí, todos sometidos a una ferrea vigilancia. Cuesta trabajo creer que tras haber sufrido 40 años de dictadura todavía intenten embaucarnos con cantos de sirena por parte de encantadores de serpientes nobles como una cobra. En afecto ha sido la corrupción quien se ha cargado al PP y lógicamente, Podemos lo está recordando a cada instante para que la ciudania tenga muy claro lo que ocurriría permitiendo que los corruptos continúen en el poder. Por el momento siguen entretenidos con el coqueteo de los pactos e intercambiando cromos verbalmente si bien pronto habrá que pasar a la realidad , con la tristeza que supone el comprobar que ninguno de los candidatos convence ni satisface totalmente al electorado. Como alguien vaticinó recientemente, votar por necesidad, perder por obligación..¡¡Tiempo al tiempo!!

Atentamente.
José-Tomás Cruz Varela
DNI. 02470916A

miércoles, 10 de junio de 2015

MARIANO I EL BREVE (Crónica de un desastre anunciado)

  El título del presente artículo “MARIANO I EL BREVE” (Crónica De un desastre anunciado), no pretende originalidad, entre otras razones por haber sido utilizado anteriormente por varios autores y entre ellos quien esto escribe, como tampoco su contenido descubre ninguna novedad sobre lo ocurrido  a lo largo de esta confusa etapa 2011-2015.
     Para Mariano Rajoy, la posibilidad de no alcanzar una segunda legislatura como lo hicieron todos sus antecesores en el cargo: González (PSOE), Aznar (PP) y hasta incomprensiblemente,  el negado e iluminado Zapatero (PSOE), considerado como el peor presidente desde la implantación de la democracia en nuestro país, constituiría todo un drama el mayor fracaso de su ya dilatada carrera política.

     Lo sucedido el pasado domingo 24 a efectos electorales, en general no representa ninguna sorpresa y no solo por la información facilitada en las múltiples encuestas publicadas. Que el PP fuese el partido más votado en ciudades con menos de 150.000 habitantes era lo esperado, pero nadie imaginaba la pérdida de poder municipal en urbes como Madrid, Valencia, Sevilla o Barcelona y otras capitales, o bien lo sucedido en CC.AA. como Madrid, Valencia, Aragón y Baleares, tradicionalmente feudos del PP, donde no se han logrado mayorías suficientes para gobernar. Esa y no otra es la pura, cruda y dura realidad.  Frases como la pronunciada por Carlos Floriano alegando el triunfo del Partido Popular mueven a la hilaridad o bien deben tomarse como una mamarrachada más de este inane político.

     Ahora los “voceros peperos”, que para eso cobran, repetirán hasta la saciedad la consigna recibida de que “el PP ha sido el partido más votado”. Tal argumento sin faltar a la verdad, no pasa de ser un burdo consuelo que de poco sirve y menos convence. Cualquier votante, con limitarse a comparar los resultados del 24-M con lo sucedido hace cuatro años podrá constatar la realidad.

     No ha lugar el negar que el triunfador de los comicios autonómicos y municipales ha sido Pablo Iglesias con “Podemos” más las marcas afines. Siendo muchos los dolidos, sufridos y resentidos ciudadanos quienes hábilmente conducidos por este líder de izquierda, podrán gobernar en ayuntamientos tan señeros como el de Madrid y a su vez serán pieza clave para la conformación de otras mayorías en poblaciones y comunidades, destacando el triunfo de la coalición encabezada por Ada Colau en Barcelona.

     Que en términos marineros  España ha virado hacia estribor debido a la desafortunada gestión ejercida por los populares en este cuatrienio  no es para rasgarse las vestiduras ni asustarse ante un advenimiento de un Gobierno de signo contrario. El PP ha tratado de eludir sin éxito todos los temas de corrupción que tan directamente le afectan, intentando soslayarlos a golpe de información macroeconómica y apuntándose la creación de puestos de trabajo, pero los ciudadanos que sin ser rencorosos conservan intacta su memoria, conocen perfectamente quienes han creado empleo, es decir, los empresarios.

     La incorporación de los partidos llamados emergentes, obviamente influirán en el deseado y necesitado cambio, incidiendo a su vez en el control de los órganos de Gobierno a nivel central, autonómico y municipal, lo que mejorará e influirá sensiblemente a favor de la sociedad española.

     El fracaso encajado por el PP obedece a u8n conjunto de circunstancias si bien  habría que centrarse en tres aspectos: ausencia de de un verdadero discurso motivante, carencia de estrategias de comunicación adecuadas y erradicar la sensación de estar gobernados por un partido acribillado por la corrupción. La pasada campaña electoral como todas las anteriores, ha sido dura y plagada de inoportunas declaraciones, insultos y descalificaciones mutuas, y eso, a pesar de que los políticos no quieran entenderlo, desagrada al electorado y lo han practicado indiscriminadamente en todos los mítines buscando el aplauso fácil de los fieles asistentes
     
La mayoría absoluta lograda por el PP en las elecciones del 2011 nunca fue producto de los méritos de Rajoy y su equipo sino que las perdió el PSOE con el extraviado Zapatero que dejó el país hecho unos zorros. Don Mariano podrá ser considerado como un excelente Registrador de la Propiedad, trabajador incansable, disciplinado, cumplidor y ejemplar padre de familia, pero de eso a pretender catalogarlo como un carismático líder político existe un abismo, lo que no es óbice para reconocerle sus avances como parlamentario pero siempre en su línea de personaje gris, sin gran personalidad y propenso a dejarse aconsejar en exceso.

     Que nadie se llame a engaño. Cuando un partido triunfa en unas elecciones, glorias, halagos y reconocimientos le son adjudicados al presidente, ocurriendo lo mismo cuando lo cosechado son amarguras y merecida la derrota. "El coronel (de García Márquez) no tiene quien le escriba", algo parecido a lo que le ocurre a Rajoy Brey con los restantes partidos que no están dispuestos a proponerle pacto alguno.

     Si en efecto Rajoy, tal como tiene anunciado y repetido pretende optar a una segunda legislatura, tendrá que reinventarse y prescindir de gran parte de su actual equipo de asesores y cargos, cuya sola aparición en las pantallas de TV causan auténtico repudio sin ser necesario el citar nombres de sobra por todos conocidos. Lo que no suponga  una renovación total y a fondo, originará otra catástrofe sin paliativos en las próximas elecciones generales. La afirmación por parte del Jefe del Ejecutivo de no estar dispuesto a efectuar cambios y sentirse muy tranquilo actualmente, no pasa de ser otra solemne memez más.

     Sobre lo único que los españoles tenemos total certeza es que nadie sabe lo que ocurrirá de ahora en adelante y hasta final del 2015. Especularemos sobre lo divino y lo humano nos sobran, pero eso si, eludamos populismos y procuremos arreglar y mejorar lo que está mal y cuidemos con esmero todo aquello que por el momento funciona correctamente. Permitámonos modificar  lo que verdaderamente sea necesario y efectúense los cambios que estén demostradamente justificados. Durante la campaña electoral han sido varios los políticos que han aludido a los “bolsillos de cristal”, pero a estas alturas, los  ciudadanos, más que frases necesitamos hechos y compromisos…..así que….¡¡mucho cuidado con las cosas de comer!!

Atentamente.
José-Tomás Cruz Varela
D.N.I. 02470916A