viernes, 27 de noviembre de 2015

ONEROSA DERIVA INDEPENDENTISTA DE ARTURO MAS

Tal como se viene demostrando y a la vista de los acontecimientos, al ególatra presidente en funciones de la Generalidad catalana,  nada le obsesiona más que su propia persona y el poder. Si en efecto esto fuese cierto, ¿ómo es posible que un personaje adornado con tales cualidades, al que solo motiva ser admirado, reconocido y temido pueda gobernar una comunidad autónoma española? Por lo visto, ahora, tras el doble fracaso en la votación para ser investido, como último recurso, se está ofreciendo para ejercer en la trastienda de figurón por ser lo único a lo que podría aspirar a modo de hombre farsa, anuncio o similares…

A cualquier político, en el marco de su actuación, se le pueden tolerar algunos fallos, pero nunca las 24 horas del día con semejante incoherencia e impertinencia, cuyo comportamiento y formas solo le han granjeado la descalificación de gran parta de la ciudadanía. Aparecer como marioneta de la CUP, quizá sea lo que merezca dado su orgullosa y errática actitud unido a una desbordante ambición. La idea de que motivado por sus presuntos delitos pueda terminar ingresando en la cárcel le resulta aterradora, aunque frecuentemente sueñe con aparecer como protomártir de la perfidia española, cuan Viriato en versión catalana, acusado por ese país que tanto les robó a lo largo de muchos años y contra el que lucha para lograr la independencia, aunque son muchos los que se malician que tal tragicomedia tiene todos los visos de terminar en vulgar bufonada.

Este mediocre dirigente, víctima y enfermo de codicia, no merece la pena ni como mendicante de la CUP. Convertido en un cadáver político pero incapaz de reconocerlo y sin posibilidades de  rectificación le inducen a emprender cualquier acción con tal de dilatar o eludir el ser juzgado por sus posibles trastadas anteriores. Tratar de adornarse ahora con méritos y reconocimientos inexistentes tras su nefasta gestión en todos los aspectos resultaría aberrante, de ahí su feroz abrazo a la causa soberanista en la cual jamás ha creído, y mucho menos militando en un partido de centro derecha como históricamente ha sido CDC.

Tras haber fracasado por segunda vez en la votación de investidura, es obvio que el bodrio catalán de Mas y sus seguidores resulta de tan ínfima calidad que no despierta el más mínimo interés entre el resto de los españoles, incluidos los catalanes que tampoco son partidarios del independentismo, y si un insufrible hartazgo que pagarán muy caro al que hay que añadir el hundimiento de la deuda catalana reducida a bono basura y disponer de menor cantidad de dinero para atender el gasto social de la Comunidad, como igualmente el parón de las inversiones generado por la incertidumbre del proceso soberanista

Lo único que parece claro es que el presidente en funciones ha caído en picado una vez agotado su cuota de proyectos y promesas incumplidas a lo largo de la legislatura. El abandono de obligaciones y responsabilidades con tal de poder convertirse en el primer presidente de la Primera República Catalana, solo ha supuesto el decremento de su ya escaso prestigio. No parece lícito que la persecución del secesionismo a ultranza pueda poner en peligro el futuro de Cataluña tal como han criticado la Cámara de Comercio de España en función de las nefastas consecuencias que sin duda acarrearía la citada secesión con tan desastrosa conducta.

Mire don Arturo: lo suyo sería abandonar la política y presentar la dimisión irrevocable antes de que la patada llegue por otro conducto más desagradable y doloroso. Reflexione y reconozca humildemente su equivocación. Sabe perfectamente que una Comunidad sin estabilidad económico-social está condenada al desastre y la marginación. Usted ha leído como el resto de miles de españoles en el "Financial Times" , periódico nada sospechoso de escribir idioteces, como ha definido su incontenible deseo de protagonismo y persecución del separatismo con tres palabras: "estúpida carrera independentista". Se podrá decir más alto pero más claro, imposible. Anímese hombre, siempre queda mucho por hacer como repite don Mariano Rajoy. Sin ir más lejos ahí tiene usted a Zapatero (PSOE) que hasta se ha atrevido a escribir sus memorias, eso sí, lo que ignoramos es quien y cuantos fueron los osados que las compraron...(?)

José Tomás Cruz Varela

miércoles, 25 de noviembre de 2015

¿Y AHORA QUE DON MARIANO?

Pero que cursis y recortados resultan algunos políticos catalanes utilizando el término “desconexión” para declarar unilateralmente iniciado el proceso de independencia con la pretensión de quebrar la unidad de España. Imaginemos por un momento que la CUP modificase su criterio y optara por apoyar la investidura de Arturo Mas. ¿Cómo reaccionaría el Gobierno?, solo de pensarlo resulta estremecedor y más todavía cuando la mayoría de las españoles, en su fuero interno, se están maliciando que lo único pretendido por el presidente en funciones es salvar el pellejo ante las presuntas implicaciones de corrupción que le puedan afectar, como a otros miembros de su Gobierno de CDC , dado que si prosperase el secesionismo desaparecería la posibilidad de ser juzgados.

     En línea similar, el portavoz de la CUP, Antonio Baños, para animar el cotarro, se permitió la licencia de anuncias que aunque no exista acuerdo sobre la investidura, su grupo promoverá legislar sobre el control de la Seguridad Social  y la Agencia Tributaria e incluso podrían provocar la anulación de las próximas elecciones generales en el caso de que el Parlamento catalán decidiese boicotear los citados comicios. No olvidemos que en estos momentos, el poder soberanista fácilmente podría sacar a la calle un millón de personas a la calle con el consiguiente riesgo de violencia dado lo tenso de la situación con las consiguientes repercusiones de destrozos urbanos y la creación de un irresistible ambiente que demandaría otro tipo de acciones por parte del Gobierno. La idea de seguir amenazando con la actuación del Tribunal Constitucional no parece amedrentar a los pro independentistas, tras haber anunciado que solo aceptan la voluntad del pueblo catalán.

     Lo más triste e inquietante de este patético estado de cosas es que el Gobierno siempre va detrás de las iniciativas y decisiones tomadas por CDC y ERC para la proclamación de la independencia. ¿A que debemos esperar o que tiene que suceder para que el Gobierno cambie las declaraciones, buenas maneras y aspavientos  por acciones concretas?

     Para los soberanistas, todos los argumentos de Iceta (PSOE). Arrimadas (Ciudadanos) y García Albiol (PP), son papel mojado, ya que como han manifestado reiteradamente, lo que les ocupa y preocupa exclusivamente es la proclamación de la República Catalana. Cuando quede evidenciado que no aceptan la impugnación ante el T.C., el Gobierno, con todas las consecuencias, se verá obligado a imponer medidas más contundentes que además, es lo que respetuosamente está esperando la ciudadanía española para terminar y poner fin a tan vergonzante afrenta cargada de insultos e inmerecidas descalificaciones.

     Mire don Mariano, su prudencia, educación y restantes cualidades ya han quedamos más que demostradas, pero lo ocurrido el lunes en el Parlamento autonómico quizá demande otros planteamientos más eficaces por parte  de el poder ejecutivo que acaben con tanta coacción. Nadie desea la violencia si bien, en ciertas tesituras es necesario que el líder asuma riesgos tendentes a evitar una catástrofe histórica que solo pueden resolver la inteligencia y el poder de un Estado de Derecho.

Atentamente.
José-Tomás Cruz Varela
DNI. 02470916A

lunes, 23 de noviembre de 2015

EL CLAN PUJOL Y SUS NEFASTAS CONSECUENCIAS

  Verdaderos e inútiles ríos de tinta se han vertido glosando la presunta y repugnante corrupción del clan Pujol y total sequía de declaraciones sobre aquellos que lo han consentido, fomentado y tolerado a lo largo de décadas, otorgándole a esta poderosa  familia una impunidad de la que nadie ha gozado a cambio de unos escaños para poder gobernar, aunque fuese tapándose la nariz y ejerciendo de sordos y ciegos.

     Afirmar que en España todos somos iguales ante la Ley, constituye un descarado insulto y una sandez en toda regla. Hasta el momento, ni un solo miembro de la citada y distinguida familia ha pisado la cárcel. No es de recibo que muchos de nuestros políticos utilicen el término “justicia” reiteradamente y casi a diario aparezcan en los medios nuevos casos de apropiaciones indebidas, cohechos, prevaricaciones y otras corruptelas demostrando todo lo contrario, si bien, como todos sabemos, cuanto más se roba, más crece la avaricia.

     El verdadero problema de la corrupción del nacionalismo catalán estriba en su antigüedad y lo triste es que cuando la comisión del delito es continuada, termina interpretándose como algo consustancial y natural, y por ende deja de interesar con el agravante de que los beneficiados siempre son los mismos y con la colaboración de una pléyade de cómplices necesarios, cuyo número es muy superior al estimado aunque con mordidas mas discretas y controladas por los capos.

     Lo que resulta de todo punto incomprensible es que este colectivo de indeseables continúe siendo considerado por parte de muchos catalanes como auténticos protomártires de la perfidia del Gobierno español. Todo un atentado contra el sentido común y una afrenta para los ciudadanos. Nadie ignora lo difícil que resulta que un rico ingrese en la cárcel. El potentado está por encima del bien y del mal, y si además ostenta un cargo en la Administración, mucho más, lo que justifica entre otras razones la desafección y baja calificación de la clase política en todos los sondeos de opinión, cuyo desprestigio ha sido ganado a pulso y merecidamente.

     Situaciones como las comentadas son las que generan una tremenda desconfianza en la ciudadanía, provocando que acudamos a las urnas casi por obligación y cargados de prevención, rogando, cada uno a quien sepa y pueda, que por lo menos triunfe en los comicios el partido con menos sinvergüenzas entre sus candidatos.

     Ahora, ya solo resta soportar 40 días con sus correspondientes noches de insufrible paliza electoral, y lo único que nos mantendrá interesados es la incertidumbre reinante sobre el resultado, aderezado en esta ocasión con la irrupción de los llamados partidos emergentes. Para muchos políticos y su prole, la fecha del 20-N, si el voto no ha sido propicio para su formación, les esperarán posiblemente una de la navidades más amargas de sus vidas. Adiós a festejos, adiós a regalos, adiós a el que no falta de nada, y quizá, a la mañana siguiente, el taciturno político a quien ya nadie envidiará ni reconocerá, en lugar de escuchar al conserje el consabido ¡¡Buenos días don Luis!!, el saludo se convierta en un ¡¡Que putada Luisito!!

Atentamente.
José-Tomás Cruz Varela
DNI. 02470916A

sábado, 21 de noviembre de 2015

CRUDA, PURA Y DURA AMBICIÓN

Si Mariano Rajoy sueña con permanecer otros cuatro años como inquilino de La Moncloa, lo que ya no oculta, no son menores los deseos de Arturo Mas para continuar como Presidente de La Generalidad, por lo cual tampoco tiene el menor recato en implorarle a los dirigentes de la CUP para que le apoyen con sus necesarios votos y cumplir su deseo. Formación política de ultra izquierda, que entre otras lindezas pregonan la nacionalización de muchas empresas y sacar a Cataluña del euro. Resulta penoso reconocerlo, pero cada uno a su manera lo que realmente les ocupa y preocupa a ambos políticos es seguir detentando el poder con las consiguientes prebendas, gabelas y canonjías. En estos momentos ya son muchos los que piensan que serán los propios soberanistas, quienes con sus desdichadas pretensiones, están provocando el incremento de intención de voto hacia el PP en los comicios del 20-D, cuyo presidente del Gobierno ha añadido a su mantra del binomio economía-puestos de trabajo, el mantenimiento de una España libre y unida.

     Por su parte, al muy honorable Mas (CDC), le cabe el alto honor de estar propiciando el hundimiento de su propio partido, que tras la ruptura con Unión y una desastrosa gestión, vive totalmente entregado a los republicanos de ERC y los antisistema, amen de las presuntas toneladas de corrupción y no solo por las mordidas del 3% en comisiones por concesión de obra pública dado que los procedimientos de apropiación son múltiples.

     Así como Rajoy, salvando las distancias, se ha dejado influir en exceso por el sempiterno gurú de La Moncloa, Pedro Arriola, cuyos vaticinios cuestan los españoles un cigoto y la yema del otro, Arturo Más, carente del más elemental criterio que requiere el gobernar y dejándose llevar por sus incapaces asesores, ahora aspira a ser presidente pero no de una Comunidad, sino de la primera República de Cataluña, contando con la colaboración de personajes como doña Carmen Forcadell, recientemente elegida como presidenta del Parlamento Catalán, comprometiéndose a ejercer la desobediencia total y comenzar a legislar en el plazo de una mes sobre Seguridad Social y la Hacienda Tributaria catalanas. 

     Como patético colofón de la movida y al margen de la incoherencia de Mas, que no se sabe donde y como terminará, para aderezar algo mas el cotarro, el prácticamente testimonial Pablo Iglesias (Podemos), otra victima de la ambición y en plena caída libre, ha pactado una alianza con la insigne alcaldesa de Barcelona, Ada Colau ,que ha impuesto a sus personas de confianza en los primeros puestos de las listas para la Generales, además de defender el independentismo y coincidir con la CUP es su desprecio al Estado, lo que puede suponer la ruina total de Podemos y su líder Pablo Iglesias en el resto de España. De cualquier forma, todo lo que le ocurra a estos políticos de vía estrecha lo tendrán bien merecido.

     Ya tenemos quien define y por escrito a Rajoy como “el torpe don Mariano”, pero sin entrar en lo afortunado o desafortunado del apelativo, tanpoco encontramos en el actual circo político otros aspirantes que nos ofrezcan grades garantías con la excepción del joven Alberto Rivera (Ciudadanos), amparado por sus eficaces colaboradoras Arrimadas y Villasis.

     Que el art. 155 de La Constitución no esté desarrollado,  no debería se considerado como óbice para activar todos los medios jurídicos y políticos contra la inminente sedición y mantener la inquebrantable unidad de España. Ante tan graves momentos, lo que se impone es actuar con la mayor celeridad y obviamente antes de las elecciones generales. Celebrar los comicios sin haber resuelto el problema catalán, podría utilizarse como arma de protesta e incluso boicotear la asistencia de los ciudadanos a las urnas el próximo 20-D....¡¡Tiempo al tiempo!!

Atentamente.
DNI. 02470916A
José-Tomás Cruz Varela

jueves, 19 de noviembre de 2015

DEBATES, TODOS. CAMELOS, NI UNO.

La mayoría de los debates presenciados  en nuestro país hasta el momento, adolecen de múltiples defectos y entre ellos la manipulación, excesivamente reglamentados y con los temas a debatir previamente pactados, con tiempos de intervención estrictos y  la prohibición de salirse del guion, lo que incide en que con un modelo tan sumamente prefijado, el interés resulte mediocre. Tales debates así planteados se limitan a un remedo de confrontación que a nadie motiva, castrando la posibilidad de que los ciudadanos conozcan y puedan evaluar lo que cada candidato opina sobre los problemas que más preocupan a la sociedad y sus propuestas para solucionarlos.

     Por el contrario, si lo pretendido es ofrecer a los españoles es un instrumento de discusión con la seriedad y el rigor requeridos, no queda más remedio que acudir a otro sistema, como por ejemplo el practicado en USA, en el que incluso el público asistente puede preguntar e interpelar a los debatientes. Dada la peculiaridad de las próximas elecciones del 20-D, lo suyo sería contar con la participación de los cuatro partidos (PP,PSOE, Ciudadanos y Podemos) y con un formato abierto en todos los sentidos.

     Ahora bien, si en efecto PP y PSOE estuviesen totalmente dispuestos a ofrecer una imagen creíble en la próxima campaña electoral, los citados debates ineludiblemente debería contar con la intervención de los cuatro partidos y asumiendo el riesgo que suscitan este tipo de confrontaciones pero sin excluir a los emergentes. La mejor forma para que los ciudadanos puedan opinar previamente a depositar el voto, y de paso, evaluar la personalidad, liderazgo, propuestas, capacidad y grado de convencimiento de los distintos candidatos.

     Los líderes de las cuatro formaciones deben aceptar que todo lo que no sea plantear los debates con la dignidad y condiciones requeridas, retornando a las pantomimas celebradas anteriormente, supondría un serio desprestigio y para evitar el ridículo, lo recomendable es que no malgasten su tiempo, quedándose en sus respectivas sedes observando un discreto silencio. La sociedad española ya ha madurando bastante más de lo que estiman los políticos y tampoco está dispuesta someterse a nuevas burlas.

     Para un porcentaje demasiado elevado de personas, toda la información que reciben a diario, y esencialmente la política, les llega vía televisión que en ocasiones complementan con los millones de WhatsApp recibidos e intercambiados, conteniendo mofas, befas y chascarrilos sobre nuestra desdichada clase política. Tanto es así que hasta el mismísimo Rajoy, enemigo acérrimo del marketing político, no ha tenido más remedio que claudicar y someterse a la tiranía de maquillajes, focos y cámaras. Los ridículos mítines para convencidos con autocar incluido pierden eficacia por días como los iniciales “círculos” de Podemos.

     La batalla de los comicios generales del 20-D se dilucidará en las pantallas de TV e internet, y  al paso que vamos, con bailongo incluido. Según dicen, todos los partidos menos IU u UP.D, ya están incorporando a sus cuadros expertos en dancing, ritmo y lo que se preste. En el caso de Rajoy, los entendidos de la cosa están decantándose por algo de Machín o Gardel. En  cuanto a los socialistas, Pedro Sánchez se encuentra tan indeciso como con el programa, dudando entre  reggaetón o rapear algo original, pero nada parecido a la payasada hortera de Iceta (PSC)

     Sentadas estas premisas, nadie cuestiona que los debates  adquirirán un gran peso en torno a la orientación del voto. Los partidos tradicionales, léase PP y PSOE, están forzando que las confrontaciones dialécticas se celebren en el marco del bipartidismo excluyendo a Rivera e Iglesias. Históricamente el PP nunca ha sido partidario de discutir ante las cámaras. En el año 2000, Aznar rechazó debatir Con Zapatero y lo mismo hizo Rajoy en el 2004. La duda más generalizada es si el Presidente del Gobierno está dispuesto a enfrentarse a los líderes de Ciudadanos y Podemos. Está claro que en caso de negarse diría muy poco a favor del Jefe del Ejecutivo. No lo tiene nada fácil don Mariano pero tampoco los otros van sobrados…¡¡Tiempo al Tiempo!!

     Nota: este artículo fue escrito el sábado previo al tierno y versallesco encuentro entre los líderes de Ciudadanos y Podemos, todo un  ejemplo de corrección, tono de voz y original argumentación, salpicado de alguna leve discrepancia sin mayor importancia.

Atentamente.
José-Tomás Cruz Varela
D.N.I. 02470916A

martes, 17 de noviembre de 2015

COMPLEJA INCERTIDUMBRE ELECTORAL

Políticos, comentaristas y periodistas están empecinados en enrarecer y complicar la información sobre las alternativas de PP, PSOE y Ciudadanos en los próximos comicios generales, dado que Podemos y su líder Pablo Iglesias según las encuestas, van camino de incorporarse al colectivo de partidos testimoniales. La formación irrumpió con una gran fuerza pero la intención de voto  está en plena caída libre. El desencanto es total y los errores cometidos demasiados.

     Los populares, aunque disponen de medios, la eficacia de los remedios aplicados  no van a resultar suficientes para combatir la dureza de la inmediata campaña electoral. El haber ocupado un quinto lugar en las pasadas elecciones catalanas, gobernando el país con mayoría absoluta, dice muy poco en su favor y la pérdida de credibilidad por efecto de la corrupción, otro tanto de lo mismo. Acusar a Ciudadanos de indefinición ideológica cuando resulta innegable que se trata de un partido con gran atractivo en el sector joven y no tan joven de la sociedad es un juicio equivocado. A los ojos del votante disponen de un proyecto bien elaborado y realizable como se ha demostrado en Cataluña y posteriores sondeos de opinión efectuados a nivel nacional.

     Uno de los grandes problemas que acusan nuestros partidos políticos en general estriba en que los intereses personales priman en exceso sobre la gestión de los mismos. El descarado favoritismo hacia ciertos personajes, debilita y provoca que en muchas ocasiones se tomen decisiones equivocadas, como ocurre igualmente con el pago de favores con relevantes cargos. La inutilidad manifiesta de ciertos nombramientos que están en la memoria de todos, ha sido uno de los grandes errores de la política española y nefastas consecuencias.

     Si como se rumorea,  el poder económico se decanta por un pacto PSOE-Ciudadanos, con tal de impedir cualquier tipo de influencia por parte de Podemos sobre los socialistas, condicionaría el panorama peligrosamente. Rajoy y los populares continúan padeciendo el sempiterno problema de siempre consistente en la ausencia de partidos afines con los que poder entablar a alguna negociación, con la excepción de Ciudadanos aunque con reticencias. De momento todo está en el aire y para Alberto Rivera y los suyos tampoco les hace muy felices el ser considerados como comodín o “partido bisagra” ni van a precipitarse en sus decisiones.

     Quizá lo auténticamente preocupante en el seno del PP radique en que siendo muchos sus simpatizantes, cierto sector en crecimiento manifieste que continuarán votando a la formación conservadora pero no lo suficientemente convencidos. Si “queda mucho por hacer” dicen, mantra preferido por Rajoy ¡¡hágase!! No es suficiente con declarar que existe un marcado interés por iniciar una renovación sobre normativa electoral, elaboración de listas, etc. Lo necesitado son hechos.

     Cierto que no hay tiempo para realizar una transformación a fondo, no obstante, si la voluntad de cambio fuese real, podría demostrarse a través de la elaboración de las listas electorales de las distintas circunscripciones pero con la la participación activa de todos los afiliados, que lógicamente no tendrían porque coincidir con las confeccionadas por la junta electoral. Tal mediada que obviamente no será admitida, constituiría toda una prueba de democracia interna de partido, demostrando que la intención de cambios es una realidad, generando la necesaria reconciliación con las bases del partido y demostrando que en el PP no todo se queda en promesas…

     Mire don Mariano: de sobra sabemos que la propuesta del párrafo anterior es una utopía porque ni listas ni puestos serán consultados ni consensuados, con lo cual afiliados, votantes y simpatizantes verán su gozo en un pozo, pero no olvide que en sus manos tienen el que usted permanezca otros cuatro años en La Moncloa, o bien desaparezca del panorama político español. La oposición celebraría el que se cumpliera el vaticinio de ser el primer presidente a quien le cupo el alto honor de no haber conseguido una segunda legislatura, algo logrado, incomprensiblemente, hasta por el mismísimo y presuntamente iluminado y experto contados de nubes, José-Luis Rodriguez Zapatero (PSOE). Muy duro…¿verdad?....¡¡Tiempo al tiempo!!

Atentamente.
José-Tomás Cruz Varela
D.N.I. 02470916A