lunes, 1 de febrero de 2010

LA ISLA DE CANARIA SIN EL GRAN Y LAS FALACIAS DE DON PEPONE

Bastante tiempo hace que no me ocupo de las majaderías y simplezas que don Pepone -cuyo abuelo materno era originario de Arucas, según confesó a un buen amigo- vomita en su infame periodicucho El Día-rrea, pero como compruebo que a pesar de las réplicas del Grupo de Opinión Tamarán, o quizá por ellas, continúa con su obsesión patológica de la amputación del Gran a Gran Canaria, que, según él, constituye una afrenta y una humillación, inmerecida, a Tinerfenonia, y que molesta y ofende a las restantes islas de Canarias; y que la nuestra, o sea Gran Canaria, -para él simplemente Canaria o Las Palmas-, es la más fea del archipiélago - luego está reconociendo que las demás, incluida la suya, Chicharreronia, también son feas, pues si no sobraría el adjetivo comparativo más- ya que carece absolutamente de vegetación -la que tiene es de plástico, que hemos "plantado" para engañar a los foráneos-, siendo por tanto un puro secarral.

Se reitera hasta el paroxismo en que el Gran es un añadido reciente, y en su negativa rotunda de que Cristóbal Colón no estuvo aquí en el viaje del Descubrimiento, únicamente en La Gomera, y no porque le preocupe o le interese esa isla y su vinculación al periplo del Almirante de la Mar Oceána sino por causar daño a la nuestra.

Aquí JAMÁS hemos rechazado ni cuestionado sino reconocido la estancia gomera de Colón, por lo que ambas islas deberían ostentar justamente el título de colombinas, porque el legítimo de Gran Canaria en modo alguno conculca, lesiona o menoscaba el que corresponde a La Gomera, que los chicharrerones denominan determinantemente "La isla colombina", como si poseyera la exclusiva o el monopolio en este aspecto, lo que también considera así el Presidente de su Cabildo, Casimiro Curbelo, que es su obcecación, que es peor que la ignorancia, niega rotundamente la veracidad del Diario de a bordo de Colón, y La historia del Almirante, de su hijo Hernando, en los que se cita textualmente a Canaria o Gran Canaria, así como la aportación del ilustre historiador tinerfeño Antonio Rumeu de Armas del testimonio del nauta Juan Bivas, que en su infancia vio llegar a las naves de la expedición colombina con su almirante al frente a la entonces incipiente villa de Las Palmas, después Ciudad Real, testificándolo así en uno de los interminables pleitos colombinos.

Incomprensible e irracional actitud del señor Curbelo, que pretende para su isla natal el monopolio de la estancia del Descubridor en Canarias, como si el reconocer que igualmente estuvo en la nuestra, donde además se reparó el timón de La Pinta y a La Niña se le sustituyó la vela latina por otra redonda, -como demuestran indiscutiblemente los textos históricos citados, aparte de un manuscrito del siglo XVIII que se conservó en la Biblioteca Municipal de la capital de Tinerfenonia, que copió el investigador Pedro Tarquis, en el que se lee:"Año de 1492, llegó con su armada Christóval Colón a este puerto de La Luz"; y la estimación del historiador Francisco Morales Padrón de que durante su estancia en Gran Canaria el Almirante estuvo en la villa de Las Palmas- atentara o mermara la condición colombina de La Gomera.

Absurdo. Pero la intransigencia, el odio y el fanatismo superan ampliamente a la razón y obnubilan la inteligencia, si es que se tiene, que en este caso parece que no. Pero lo pésimo de este asunto es que cuando propuse a la Consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Luz Caballero, la utilización del lema "Gran Canaria Isla Colombina" en toda la propaganda cabildicia, me respondió, con gran perplejidad mía, que "eso molestaría a los gomeros", incomprensible y estúpido argumento -con todos mis respetos para la Consejera- porque eso es tan absurdo como si ella renunciase a usar el apellido paterno que le corresponde porque otra persona que también lo tenga se molestase por utilizarlo legítimamente. ¡Asombroso!

Por la misma razón habría que cerrar el museo Casa de Colón en nuestra ciudad para evitar herir esas infantiles susceptibilidades. Además de la utilización de ese lema, propongo que en lugar de conmemorar el 12 de Octubre, fecha del Descubrimiento, se celebre el 1 de Septiembre, día de la partida de Colón de Gran Canaria.

También, para no molestar a don Pepone y evitar que se le pueda producir un infarto por sus calenturas, nuestro Cabildo debería suprimir el Gran, porque según él ofende y humilla a Cicharreronia, lo que debemos evitar. ¡Sigamos envileciéndonos y renunciando a nuestros títulos y nombres históricos porque "molestan" a las demás islas y atentan contra la unidad regional!

Nosotros, los grancanarios no protestamos -y deberíamos hacerlo- porque Fuerteventura, por ejemplo, en su propaganda turística se titule pretenciosamente "La playa de Canarias" (¿), o que en Betancuria coloquen carteles con la denominación de "Capital histórica de Canarias"(¿), otra desmesurada y dislatada titulación carente de rigor histórico.

Aquí no tenemos, ni debemos, justificar el GRAN del nombre de nuestra isla porque desde más de cinco siglos está acreditado históricamente, desde Jean de Bethencourt, Gadafier Lasalle, Juan III de Castilla, los Reyes Católicos, Juana de Castilla -denominada la loca-, su hijo Carlos I, su nieto Felipe II, y los sucesivos reyes de las casas Austria y Borbón que han ocupado el trono hispano. Pero para conocimiento del ofidiano don Pepone, no me resisto a reproducir un elocuente fragmento de las capitulaciones suscritas por Isabel la Católica en Sevilla, el 13 de Mayo de 1478 -en el mismo mes del actual año se cumplirá el ¡532 aniversario! de su redacción-, en las que consta que la flota de la conquista "había de ir a la isla de Gran Canaria para sojuzgarla a su Corona Real, e para expeler, con el favor de Dios, toda superstición y herejías que allí y en algunas otras yslas de infieles usan los canarios y otros paganos", y "que en la dicha ysla de la Grande Canaria, según mandamiento de la Sede Apostólica, se edificase la Yglesia Catedral"...

Este documento se conserva en el Archivo General de Simancas, y puede ser considerado, según el ilustre historiador Alfredo Herrera Piqué, "La única partida de nacimiento conocida de la villa de Las Palmas y, de alguna manera, su carta fundacional". Esto es axiomático, con lo que queda rotundamente avalado el GRAN del nombre de nuestra isla.

Igualmente don Pepone su burla de nuestra pretensión para la declaración del centro histórico -Vegueta-Triana- como Patrimonio de la Humanidad, alegando que carece de valor arquitectónico alguno y de interés histórico. Para su conocimiento le informo que posee todo eso en mayor medida que La Laguna, y que la plaza mayor de Santa Ana -con la que no tiene comparación posible la placita de El Adelantado lagunera- fue la primera planificada de España y el modelo para las que se crearon en Hispanoamérica, y que en ella está situado el más sobresaliente edificio del archipiélago: la Catedral de Canarias -primera catedral española en el Atlántico y primera iniciativa arquitectónica importante emprendida por Castilla en ultramar, veinte años antes del comienzo de la construcción de la catedral de santo Domingo, primera de América, según expone el historiador citado en su estupenda obra "Las Palmas de Gran Canaria. Patrimonio Histórico y Cultural de una Ciudad Atlántica-, aparte del palacio obispal, la casa Regental, el Ayuntamiento y otros edificios de notable categoría, y limita con la bella fuente del Espíritu Santo; además Vegueta contiene hermosas plazas, como la de Santo Domingo, e importantes inmuebles cuya enumeración sería muy extensa. ¿Puede La Laguna ofrecer algo equivalente? Rotundamente NO, aunque reconozco que tiene sus indiscutibles valores histórico-arquitectónicos, pero no comparables a los de nuestro centro, y está más respetada y conservada, y me agrada.

Don Pepone insiste hasta el delirio en que la estancia de Colón en Las Palmas y en Gran Canaria es una falsedad, que el GRAN es un enorme fraude histórico, y tantas cosas más ya que somos unos falsificadores, además de rapiñadores de las inmensas riquezas chicharreronas, cuando la ÚNICA que ha rapiñado ha sido Tinerfenonia a Gran Canaria desde que Santa Cruz fue convertida arbitraria e injustamente y sin merecimientos ni categoría en capital del archipiélago, talando sistemáticamente nuestros bosques para llevarse para allá la leña, y apropiándose de nuestros dineros, como aquel lamentable y arbitrario reparto del cincuenta por cincuenta por ciento del Régimen Económico Fiscal, que consintió el entonces Presidente de nuestro Cabildo Insular, Juan Pulido Castro -aunque hay quien asegura que le fue impuesto desde Madrid; SIEMPRE desde la capital de la nación beneficiándola a costa nuestra-, y que los dirigentes chicharrerones aceptaron encantados porque le producía grandes beneficios; si llega ser al contrario habrían organizado un monumental escándalo de protesta y lo habrían rechazado.

En uno de sus "Criterios", que no tiene la "valentía" de firmar, pero que lo delata su venenoso "estilo", el correspondiente al 23 de Enero último, con el título "Absurda y disparatada capital cultural", escribe "...que el absurdo es que Las Palmas pretenda ser capital cultural europea en el año 2016. Esa ciudad carece de cultura. No la tiene ni aborigen, ni europea, ni de última hora. Sus instalaciones culturales también son mínimas. El auditorio -con a minúscula- Alfredo Kraus parece una casita de muñecas si lo comparamos con el majestuoso e imponente Auditorio -con A mayúscula- de Tenerife... ¿De donde le sale la cultura a esa ciudad desangelada y triste bajo una plúmbea panza de burro? Si hasta la Unesco negó que Vegueta fuera Patrimonio de la Humanidad. Querían emular a La Laguna, pero se quedaron con las ganas. ¿De donde le sale la cultura a esa ciudad?, volvemos a preguntarnos. Cualquier municipio de Tenerife tiene más cultura hasta en las tejas -y hasta en los verodes- de sus templos, que toda la tercera isla en su conjunto." Y arremete contra el gabinete literario -con minúsculas- "en el que se reúnen cuatro viejos" -él debe ser un adolescente, o quizá la reencarnación de Dorian Gray-, "una casa de Colón falsa porque jamás se ha probado que el descubridor estuviese en Las Palmas -¿la ciudad o la isla, a la que el también llama así?-, una Universidad de nuevo cuño montada deprisa por envidia cochina a La Laguna...¿Para que seguir?".

Y luego de todas estos exabruptos, incita a los políticos chicharrerones, cual nuevo Alcalde de Móstoles, a impedir esta ridícula pretensión con esta proclama: "¿Qué hacen los políticos tinerfeños para evitar este nuevo absurdo y este nuevo disparate del portuguesismo canarión. ¿Qué hacen los alcaldes de Santa Cruz, La Laguna, Los Realejos, Icod y otras localidades de la principal isla para que los dirigentes canariones "grancanarios" no se vuelvan a salir con la suya?".

¿Quién se cree este grotesco y atrabiliario personajillo -que no llega siquiera a la condición de payaso- que es para inmiscuirse en nuestros asuntos? ¿Cómo osa denominar "majestuoso e imponente" al Auditorio de Tinerfenonia cuando es un mamotrético casco de bombero? El teatro Guimerá es un establo comparado con nuestro Pérez Galdós. Y contesto a sus preguntas sobre ¿Dónde están las grandes instituciones culturales de Las Palmas? Y ¿De donde le sale la cultura a esa ciudad desangelada y triste bajo una plúmbea panza de burro? Ilustrándolo que en ella -hay que "agradecerle" que la llame ciudad y no pueblucho-, aparte del más que centenario Gabinete Literario, institución señera y señoril, cuyo edificio es monumento histórico de Canarias, tienen su sede, entre otras entidades culturales, el Museo Canario, primera institución científica del archipiélago; la Sociedad Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria, la más antigua de España, que este año cumplirá los 165 años de existencia; los Amigos Canarios de la Ópera Alfredo Kraus, primeros que se fundaron en las islas; los Amigos Canarios de la Zarzuela, también pioneros en Canarias; la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria, también decana; el Festival Internacional de Cine; las programaciones del Teatro Pérez Galdós, Teatro Cuyás , del CICCA -de la Caja de Canarias- y del Centro Insular de Cultura; varias salas de exposición de artes plásticas; la acreditada Escuela Luján Pérez, vivero de grandes artistas plásticos; El CAAM -Centro Atlántico de Arte Moderno-; la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que no se creó "por cochina envidia a La Laguna" sino para atender a la demanda de miles de estudiantes que no podían desplazarse fuera de la isla por razones económicas, y porque era una aspiración de varios siglos, abortada siempre por las intrigas chicharreronas ante la corte; el Conservatorio Profesional de Música; La Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, la de mayor antigüedad del archipiélago, y otras diversas actividades culturales, muy superiores en calidad y cantidad a las que ofrece la capital de Tinerfenonia, donde normalmente no se llena su "majestuoso e imponente" Auditorio en conciertos y óperas.

De las instituciones citadas "le sale" -¡Que expresión tan vulgar! don Pepone- la cultura a la Ciudad Real de Las Palmas de Gran Canaria, por su solera y tradición, porque por ella pasaron los más grandes intérpretes vocales de principios del siglo veinte como Caruso, Tamagno, Lauri-Volpi -con el que mantuve amistad y correspondencia-, Schipa, Gigli, Fleta, Lázaro, Llopart, Turner, Ruffo, y muchos más, que fueron espléndidamente agasajados, y varios deleitaron con su arte a los aficionados locales, como también el inconmensurable pianista Arturo Rubinstein y otros gloriosos nombres de los diversos instrumentos musicales, compositores como Saint-Saenz, que la visitó en siete ocasiones, Puccini Y Mascagni; y también los más excelsos intérpretes del teatro oral.

La cultura "le sale" de sus hijos ilustres: Benito Pérez Galdós -que si volvió a su ciudad natal en varias ocasiones y mantuvo una cordial correspondencia con su alcalde, que se ha publicado, y que también se quiere traer a su ciudad natal-, Alfredo Kraus -que no manifestó expresamente su deseo de ser enterrado en Boadilla del Monte, y que NUNCA renunció a su condición de grancanario, siendo, además, militante del Partido de Gran Canaria, e interviniendo en sus "mítines"- (los canarios más universales); el notable barítono Néstor de la Torre, triunfador en los principales escenarios operísticos mundiales; el gran poeta renacentista Bartolomé Cairasco; los pintores Juan de Miranda y Néstor Martín-Fernández de la Torre, recuperador de las más genuinas esencias típicas de la isla, y una de las máximas figuras del modernismo en España, y la suprema, obviamente, de Canarias; el arpillerista Manolo Millares, que, aunque no me gusta su obra moderna, si sus acuarelas tradicionales, reconozco su reconocimiento internacional; el brillante arquitecto Miguel Martín-Fernández de la Torre, quizá el más relevante exponente español de la arquitectura racionalista, y sin discusión del archipiélago; el notable compositor Juan José Falcón Sanabria, el más destacado e importante en Música contemporánea de las islas; el más sobresaliente timplista de Canarias, Luis Millares Sall (Totoyo); y de sus ciudadanos: Tomás Morales -de Moya-, máximo representante en España de la poesía modernista; el extraordinario imaginero José Luján Pérez, comparable al genial murciano Salzillo; el creador de la canción canaria, Néstor Álamo -estos dos últimos naturales de Guía-, y muchos más importantísimos cuya relación sería prolija. La cultura europea y universal de la Ciudad Real de Las Palmas está a años luz de distancia de la de la capital de la isla del Teide. En cuanto a la cultura aborigen, Gran Canaria posee los más numerosos, ricos e importantes yacimientos arqueológicos del archipiélago, destacando sobremanera la impresionante Cueva Pintada de Gáldar, ÚNICA manifestación pictórica prehispánica en Canarias. La Ciudad Real de Las Palmas de Gran Canaria es la ÚNICA localidad del archipiélago de la que puede, y debe, hablarse de ser su CAPITAL CULTURAL con absoluta propiedad.

Don Pepone asegura que comparamos "el raquítico Roque Nublo con cuatro pinos ralos a su alrededor, no ya con el Mont Blanc, sino con el propio Everest -¿no será él el que equipara la fea montaña sin nieve teidana a estas cimas que cita?-, "el día menos pensado, un viento algo más fuerte de lo normal se lo lleva por delante, como la tormenta "Delta" acabó con el Dedo de Dios". Este vil sujeto se alegra de las desgracias naturales que han sucedido o pueden suceder en Gran Canaria. El volcán Teide podría entrar en erupción y desaparecer su altitud, que tanto le enorgullece, cosa que no deseo que suceda.

Y también denuncia que el que dos personas imprudentes se ahogaran en la Punta de Maspalomas-Playa del Inglés, "confirma la peligrosidad de las playas de la tercera isla, tantas veces denunciada por nosotros. Gracias a los servicios de salvamento no se producen más desgracias", pero silencia los mortales desprendimientos en la playeja de Los Gigantes, y que el siniestrísimo aeropuerto de Los Rodeos posee la triste y denigrante plusmarca mundial del mayor número de fallecidos en accidentes aéreos por sus pésimas condiciones meteorológicas, y pesar de ellas continúa operativo y con inversiones multimillonarias; ¿ se está aguardando para cerrarlo a que suceda otra terrible catástrofe? Y se pregunta: "¿Porqué va el turismo a Las Palmas, salvo por el engaño del "gran", cuando allí no hay ni un matojo verde que ver?"

No es cierto, don Pepone, que la UNESCO le haya negado a Vegueta el título de Patrimonio de la Humanidad porque todavía no se ha presentado la propuesta. Miente usted con premeditación y maldad. No merecen réplica sus pobrísimas "ironías" sobre el tren al sur de Gran Canaria, y de que se encarcelen a sus promotores por "prevaricadores y malversadores" de dineros públicos(¿), totalmente risibles.

Y, finalmente, los palmenses preferimos vivir en una "ciudad desangelada y triste bajo una plúmbea panza de burro", que tener que hacerlo en un pueblejo aburrido, como Santa Cruz de Tinerfenonia, permanentemente asfixiados por la pestilencia de la refinería de petróleo. Y nosotros no practicamos el feroz clasismo que existe en la isla de don Pepone, donde la burguesía desprecia a las clases populares y rurales.

Donde mienten descarada y reiteradamente es en Chicharreronia. Expondré algunos ejemplos: La "fundación" de su actual capital el 3 de Mayo de 1494 es una absoluta falsedad pues los conquistadores, acaudillados por Alonso Fernández de Lugo, solamente levantaron una empalizadas, que seguramente los aborígenes, triunfantes en la primera batalla de Acentejo, destruirían al huir derrotados los invasores en su primera y fallida intentona conquistadora; pero han tenido la desvergüenza de arrebatarle la antigüedad a La Laguna, que fue la ÚNICA que fundaron como núcleo urbano los conquistadores en su segunda y definitiva conquista; y han tenido la osadía y desvergüenza de engañar a los Reyes invitándolos a presidir los actos del quinientos aniversario de su "fundación", la verdadera fecha de ella es el 26 de Agosto de 1803, cuando consiguió la segregación de La Laguna, concediéndole Carlos IV la condición de villa exenta con jurisdicción propia y ayuntamiento, pero sin Historia ni tradición.

Otra tremenda falsedad histórica es su victoria sobre Horacio Nelson porque en 1797 era el barrio porteño de La Laguna, y en pura y elemental lógica la vencedora fue ésta y no su barrio, como a Drake y Hawkins, con una flota de veinte y siete barcos y tres mil hombres, los derrotó la Ciudad Real de Las Palmas y no su barrio del Puerto de La Luz, aunque la batalla tuviera lugar ante su castillo. Además, ni Nelson mandaba la pequeña flotilla de nueve naves y novecientos hombres -tres veces menos que los que atacaron a Las Palmas- sino Troubridge, ni era entonces famoso almirante de la armada británica sino un destacado capitán de navío; pero los chicharrerones, cuando se enteraron que había sido el vencedor en la batalla de Trafalgar contra la flota francoespañola, mandando como almirante la inglesa, lo han magnificado como si hubieran derrotado al gran jefe naval anglo, y encima han arrebatado sin miramientos a La Laguna el título de invicta, que justamente le corresponde porque era la ciudad y la capital de la isla. Este ataque británico estaba condenado a priori al más rotundo fracaso por la escasa cantidad de naves y de hombres, insuficientes, lógicamente, para conquistar a una isla que contaba con unos cincuenta mil habitantes, aproximadamente, pero lograron desembarcar y resistir durante un día. Ahora celebran la "gesta" con una mamarrachada carnavalera, disfrazándose con uniformes de la época.

Otra mentira: La Laguna no fue declarada Patrimonio de la Humanidad por sus valores histórico-arquitectónicos sino por una martingala, un subterfugio, que se sacó de la manga un comisionado peruano de la UNESCO, para corresponder a los agasajos que le hicieron -práctica habitual en ellos para conseguir prebendas-, designándola Civitas Dei -Ciudad de Dios (¿)- por sus conventos, que tampoco son tantos. De todas maneras me alegro por la distinción y por su tesón para conseguirla, que debería servir de referente aquí, donde tantos obstáculos e indiferencias se ponen por parte de la alcaldía de Jerónimo Saavedra.

Otro enorme fraude "arqueológico" es el de las "Pirámides" de Güimar, construcción rural del siglo XIX, no aborigen, como intentan engañar a los incautos, demostrado rotundamente por el catedrático de Prehistoria de la Universidad de La Laguna Antonio Gaspar Tejera.

Y, ¿Qué decir de las inmensas y arenosas playas de Tinerfenonia? Las de Las Teresitas, la de Las Américas y las de Adeje -playejas- y otras, artificiales; y otras de menor cuantía como El Médano y Los Cristianos. Y engañan a los foráneos colocando en su folletos de propaganda playas de Gran Canaria -Maspalomas, El Inglés, Las Canteras, entre otras-, de Fuerteventura -Corralejo y Jandía- y de Lanzarote, u otras tropicales; pero lo sorprendente y lamentable es que los engañados visitantes no lo denuncien en los medios de comunicación y que no ejerzan las acciones legales pertinentes por el fraude.

Otra gran mentira: celebran este año el centenario de Cajacanarias, alegando con su habitual triunfalismo que es la más antigua de Canarias, olvidando intencionadamente que la primera entidad de ahorros del archipiélago fue creada en la Ciudad Real de Las Palmas a principios del siglo XIX por el Obispado de Canarias, y de ella proviene la actual Caja de Canarias -antes Caja Insular de Ahorros-, por lo que, elementalmente, ésta es la primera establecida en nuestras islas.

Engaño tras engaño, mentira tras mentira. Esa es la práctica normal en Chichareronia, porque ellos hacen suya la frase del dirigente nazi Goebbels: "Una mentira repetida mil veces se convierte en verdad". Que se conformen y consuelen con poseer el Teide, la máxima altura de España, porque el que fuera hermoso valle de la Orotava está casi destruido por el cemento, al igual que todo el Norte de Chicharreronia por el desmedido afán constructor. Lamentable.

Carmelo Dávila Nieto

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, soy un tinerfeño. Personalmente, me niego normalmente a hacer caso al periódico El Día, y en especial a su redacción, por razones evidentes. La he leído unas cuantas veces para hacerme una idea de qué estupideces y barbaridades se publican por ahí.

Estoy convencido de que no vale la pena alguna molestarse en leer semejantes afirmaciones, como lo estoy de que este artículo que comento ahora es otra muestra igualmente clara de ignorancia camuflada, envidia y estupidez. Que el autor, pudiendo fácilmente rebatir las barbaridades de El Día, se rebaje al mismo nivel y por el camino no pare de desprestigiar a Tenerife y de insultar nuestra cultura e historia es verdaderamente triste.

Podría dedicarme a rebatir no algunas sino bastantes falacias afirmadas sobre mi isla, y, especialmente en el carácter científico, aplastar al autor en una comparación insular que realmente sería absurda e incomparable. Sin embargo, no lo voy a hacer, porque no merece la pena, ni es lógico, ni justo. Por favor, aprende algo de sensatez, que es más sensato y lleva menos tiempo que ponerse a transcribir tantas citas, y es indispensable a la hora de seguir con esta pasión que es la historia.

Doramas dijo...

Cada cual es muy libre de expresar su opinión, unos las detallan más que otros. Pero ante la dejadez de las autoridades en dejar clara su posición en este tema, algunos ya están hartos de que les rían la gracia.
Ese mismo panfleto, tiene desde hace tiempo un detalle fijo en su web, en el margen derecho dedicado a GRAN CANARIA, desconozco si también lo tiene puesto en el de papel, pues no lo compro ni leo, pero está ahí, míralo y dime si se puede estar aguantando ese descaro con que se desprecia a GRAN CANARIA y nadie dice nada de nada.
Las cosas se pueden rebatir y para eso se escriben los artículos,para pensar y que los demás expresen su opinión.

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