Se quejan los periodistas del papel, porque se les ha acabado el chollo y ya hay doscientos en la calle y sin trabajo. ¿Y porqué?; porque han estado siempre tocando la noticia y dando opiniones superficiales para no zaherir a sus preceptores -que son todos- y echando a la papelera cuantas aportaciones de verdadero calado recibían del pueblo culto. Ahora, ¡¡ las cosas han cambiado con las páginas de Internet y los periódicos digitales!!. El pueblo nos prefiere a nosotros y no le importa que nos pronunciemos con torpeza, porque sabe que no nos debemos a nadie ni esperamos ninguna recompensa. Les auguro a partir de ya: ¡¡no compren mas papel!!; gasten el que puedan, y el que les sobre pónganlo al alcance cerca del retrete; tiene una ventaja, no va a faltar en sus casas, para limpiarse, durante generaciones.
Nadie que no se haya puesto a escribir de cualquier asunto totalmente al margen del estilo periodiquil-folletinesco y de mera literatura, podrá percatarse de lo difícil que es entrar a fondo en materia, despreciando, y dejando a un lado las demasiadas tonterías y sin ayudarse de ni una sola tontería. Es un grandísimo trabajo dar a intuir verdades que dichas claramente se consideran locuras. Esa es responsabilidad culpable, primero del régimen dictatorial y después del periodismo que nos siguió considerando leche de machanga y no nos fue educando poco a poco en una comprensión de lectura donde les correspondía poner a ellos absolutamente -todos- los granitos de arena; y por el contrario se han amoldado a la ley del mínimo esfuerzo. ¡¡Se acabó el “”cachondeo” señores!!. ¡fíjense en lo que yo le digo a los lectores en un gesto de honradez que ninguno de ustedes jamás ha tenido: no perdonen lo que es arrogancia mía; me refiero a los tantos que no pueden comprender del todo; no hay otra solución posible puesto que no está en mi; diviértanse y sobrecójanse en santaceciliano éxtasis por lo menos, vivan la experiencia en positivo, sean felices, que al fin es el estadio-parámetro mas codiciado hasta en el mas recóndito rinconcito del mundo.
vamos a tratar en una valoración personal (lo es toda valoración) de los casos de asesinato que vienen produciéndose últimamente, tendiendo no a demostrar pero si a mostrar lo poliédrico de las cosas y lo factible que es considerar al hombre de ahora como algo a ser superado.- y si no superado porque ello suena a nazismo- si arreglado proyectando leyes aun siendo duras, si son necesarias. Así como es una verdad axiomática que el mundo está lleno de mentecatos con talento, así mismo esta lleno -o ayudan a llenarlo- hombres envenenantes y dañinos que han llegado -o deberían haber llegado ¡sus conductas!- a fecha de caducidad hace ya muchísimo tiempo; valiéndose de la acción de leyes mas que por su perfecta elaboración: por hacerlas cumplir con ejemplarizante rigor. El mundo ha de habérselas para limpiar sus grandes almacenes de humanidad echada a perder y reponer “mercancía” nueva; llevándola a realidad mediante cursos avanzados de convivencia, reteniéndoles hasta que sean personas para ser “soltadas“ en las calles. No puede seguir basamentado en obsoletos, innobles, y traidores principios metafísicos, consistentes en perdonárseles las setenta veces siete; esto es, disparates a los que no encuentra explicación la razón humana porque van mas allá de la misma. Desinhibiéndose los que mandan en el mundo (¿por ignorancia, por necesidad?) a base de mentirosos, interesados, principios y fines; religiosos, políticos y empresariales.
Cuando en los primeros grupos humanos ( después naciones ) importaba mucho que hubiera cantidad grande de personas, no era, por tendencia ilusionante de darse calor unos a otros. Era para ir a la guerra. Donde cada hombre de los dos pueblos enfrentados en batalla, mataba a otro y otro le mataba a él; y así quedaba vivo el excedente en número de una de las dos “legiones“, porque las guerras se hacían sin medios, prácticamente a empujones, puñetazos, cabes, mordidas y patadas: que es lo que vienen a ser los enfrentamientos con espadas que tienen el mismo tamaño.
Para animalizar al hombre y convertirlo en una fiera para la guerra se inventaron los poderes en un acuerdo sin verbo, religiones y conceptos: iglesias, mezquitas y pagodas; honor, dignidad, la patria.
Se llegó a imponer severos castigos al adulterio al que dieron rango de pecado al solo efecto de desafiar a los hombres a vulnerar lo “demoníaco“, que tal es el aliciente que despierta en lo humano el mas mínimo vestigio de aventura en lo prohibido. La desobediencia es atractiva como un imán y entrena el corazón a ponerlo duro como una piedra, incitado este, y hasta excitado, a cubrir todas las mujeres del bando perdedor, violándolas: es entre otras muchas contribuciones lo que ha ayudado, y mucho, a estropear, mancillar, desmaquillar, despeinar, ensuciar y hasta infectar la raza humana: que es exactamente lo mismo que su genética. ¿¿Cuántos seres humanos habrán nacido producto de esas barbaridades a través de la historia??; cuyos genes -nadie podrá negar- han trascendido a nuestro tiempo. Las propias prohibiciones; tener a los hombres aun hambrientos del otro pan de la vida que lo es el sexo, por absurdas directrices de todas las religiones; el vicio irrefrenable del hombre de sentirse arrastrado por lo prohibido, todo ello, hay que tenerlo muy en cuenta para no hundirnos cuando somos testigos de deslealtades, traiciones, falsedades, crímenes de toda etiología, pillajes, etc.
Todos los efectos de la prohibición, estudiados han sido, y manipulándoles, se han orientado esos estudios a las consecuciones de los efectos, también estudiados a priori. Se quiso conseguir crías de hombre llegados a la rebeldía por la desobediencia a que le orquestaron con diabólica batuta y de mujeres teledirigidas a la concupiscencia: solo por prohibírsela; orientado ello a la a obtener una numerosa clase sub. para hacer de ellos las mas rebeldes “jaurías de perros” de defensa o ataque, o como mínimo, conseguir soldados crueles y sanguinarios.
Una de las paradojas; el gran muro por saltar -aun- por la humanidad, constituido por el azote de las religiones, es un problema tremendo, no de difícil solución, sino, sin solución ninguna. La formación no se compra en el supermercado, luego, ¡existe! … pero en una minoría de mentes claras a las que no hace falta ninguna amedrentarlas con el ridículo diablo porque la educación obra en si misma a conducirse con dignidad. No se logrará auto-timonear la humanidad hasta que sus redes neuronales no sean expeditivas a titulo general. Mientras eso no llegue hay que dejar claro desde ya que desafortunadamente no hay un solo estado que subsista a largo plazo sin apoyos religiosos, para atemorizar, y por lo mismo animalizar a las personas; y a la inversa, no habrá una religión sin las capas dúctiles del estado o personas sin formación, susceptibles de ser atemorizadas con los absurdos demonios de su consecuencia. Porque los hombres, sus necesidades materiales,-en su narcisismo patológico, creen- poderlas satisfacer personalmente y son psicológicamente “independientes” de los mandatarios. Donde necesitan ayuda (nos referimos a personas de intelectualidad media para abajo) es en los planos metafísicos, mas allá de la realidad, y de las nubes, por esos cielos de dios; eso lo satisface a plenitud los enviados del señor; que es demasiado mayor el poder de convocatoria de cualquier religión lamentablemente, que las razones humanas y políticas aun instaladas en la perfección. Las iglesias son las encargadas de desnaturalizar a los hombres para llevarles al cielo, y los estados reutilizan “esa mercancía” para decirles: ¡¡soldado!!, juras por dios y por España derramar hasta la última gota de sangre si fuera necesario?. Y el que está adoctrinado para ir un día al cielo, contesta aquí en la tierra: ¡¡sí, lo juro!!. La necesidad de esa guerra se inventará a su debido tiempo -a lo mejor un año después de declarada y con miles de cadáveres efectivos- y asunto concluido, creído y defendido.
Los mansos y humildes de corazón -que por descontado es imposible que pertenezcan a alguna religión en absoluto- no interesan a ninguna causa humana porque solo engendran de lo mismo, y hasta se albinizan al cabo de las generaciones.
Las religiones junto a los poderes, y los conceptos mal construidos, manipulados, han suplido la selección natural propiciando una artificial planificada; propiciada a través de los circuitos neuronales que ha ido instalando esa evolución -¿asistida?- en los cerebros a lo largo de la historia del hombre, merced es, a multitudinarias guerras y guerrillas hasta llegar a lo de ahora, que al margen de los grandes criminales conseguidos -por los concienzudos entrenamientos del gen- hay infinidad de hombres “buenos”, “mansos”, que también lo llevan, solo, que un poquillo atrofiado; lo que nos autoriza a decir que el hombre es la guerra y la guerra es el hombre, intrínsecamente. Carnicero y desnaturalizado: si es que tiene algún fundamento esta reflexión.
Los hombres concebidos en la violencia de la desobediencia y el “pecado” se les llama hijos de … y este título como mínimo, les enerva y les da alas cuando se meten en el desparamadero de la muerte en los hijos de “mujer honrada“, a segar vidas.
Las iglesias se han dedicado a oprimir mudamente para fomentar la rebeldía también muda y crear monstruos para la guerra, (como creo ha quedado claro en lo que se ha dicho, y si no, aguarden a lo que se va a decir de la connivencia asqueante de los poderes) proveyendo carne de cañón a príncipes, reyes, dictadores, y lo más “curioso”, también a democracias. “Por dios, por la patria y el rey murieron nuestros padres, por dios por la patria y el rey moriremos nosotros también.” “Por dios, España y su revolución social sindicalista“. Y así suma y sigue cuando sabemos que los españoles hemos ido con ejércitos al mundo entero a matar gente para robarles; eso si, acompañados siempre del cura para que hable con dios y que nos perdone las matanzas del día; que si mandara el cura a perdonar las de un mes completo, reventaría en explosión hasta el propio dios, por semejante, inescrutable, misteriosísimo, esfuerzo. Hablar de las miles de expediciones que se armaron, solamente en el puerto de palos y el Guadalquivir, para ir a matar gente y robarles sus mujeres, pertenencias y tierras, sería un no tener cuando acabar.
Los poderes, como los pajareros en una gran pajarería permiten conniventemente anidar a capricho las parejas más prometedoras -que se multiplican en la desobediencia a las normas- a los resultados apetecidos; lo que es cómodamente propicio a separar “tropa” para la mina, la mar y sobre todo, para la guerra; y eso no se logra en los cruces de obedientes pusilánimes que van a ir al cielo cuando se mueran. Se logra en los cruces de los desobedientes rebeldes, que han brincado esa contraposición a la que han sido enfrentados, como en el casteo de gallos ingleses para comprobar su bravura y con ese conocimiento -que no va mas allá de la tendencia que llevan en los genes- poderles apartar para la pelea de sábado y domingo, esto es, para la guerra en virtud de la metáfora empleada a tiempo completo y de quedarse por la noche.
Estas pequeñas elucubraciones no son nada comparadas con la gran elucubración de los verdaderos, pocos, “genios” de la humanidad que de forma muda han manipulado y logrado la unicidad idéntica a la de los bancos de sardinas que giran exactamente todas en el mismo sentido y al mismo tiempo: entre los demás heterogéneos grupos que “los genios” han creado a conveniencia, por omisión en ese sabio ir dejando hacer; en ese ladino y macabro ir deshaciendo ¡todo! lo que esté a sus alcances.
Bien, si estamos de acuerdo que este es el tipo de producto de hombre que siempre se ha querido obtener, debemos reconocer que los más sabios de flojas musculaturas incultivadas y no ejercitadas, se sienten más seguros cuando de sus congéneres ven nacer auténticos diablos de Tasmania que les van ha proteger cuando llegue el invasor, eso es obvio, necesario e imprescindible.
Eso ha sido válido hasta la revolución industrial, pero ahora en la era de las máquinas, para la guerra y el trabajo, se llegó el momento de echarnos manos a la cabeza sin saber que hacer con tanto descerebrado.
Parece no haber genios mudos actuales que puedan arreglar esto, sólo se escuchan ahora pingajos trasnochados llenos de ojeras, demandando educación para personas que jamás la obtendrán, porque fueron “producidas” para un fin contrario, que es la violencia. Y “ese” es precisamente el río de engendros que les delata bebiendo el sol de su epidermis que hierve como un lago de lavas prisioneras.
¿Tendrá genio la genialidad humana para solucionarnos lo de la juventud metralla que ya no nos hace falta para la guerra, que hoy se hace apretando botones; y que los políticos engañan de continuo anunciándoles planes y mejoras, que nunca les cumplen, abusando de sus endebleces intelectuales, las cuales todos ellos quieren poner a su servicio para el boto?.
No hay genios mudos ahora. Los que se ven y se escuchan son charlatanes, diciendo que el último asesinato acaecido en la tal, lo abría evitado el colegio, la sociedad y la familia.
La familia no, porque el caudal genético y las redes neuronales de los bandidos en cuestión son heredadas de la misma, (las cobras solo engendran cobras) tanto monta …; el colegio no, porque no hay profesor que pueda enseñar a quién no tiene ninguna capacidad de aprender -los nacidos para guerreros sólo aprenden a reptar, lanzar cuchillos, engrasar el fusil y a moverse en la noche trancada, por ejemplo en la caldera de taburiente como si fueran las doce del día ¡¡y no es poco!!, pero no aprenden nada más. Si estas tres cosillas le faltaran, aprende muy bien a robar, a mentir, maltratar a su madre, esnifar drogas, violar personas, propiedades y cosas: ¡¡Son un primor!!; la sociedad tampoco, porque esta decidida entre pusilánimes que se debaten entre el amor al rey, a la patria, la finca y la esperanza del cielo que tienen prometido; y por otro lado aun menos sirven a estos efectos (comprobada la experiencia) los nada teologales ni metafísicos que preñan la realidad, que es la que es aquí y ahora, de gobernantes y gobernados, de engañadores y de engañados: no hay más.
El que los pusilánimes lleguen a terminar una y hasta dos carreras, a veces, frecuentando los colegios peores del territorio nacional, demuestra que la enseñanza es hasta excesiva; y demuestra también que no esta echa para mandriles, macacos, y gorilas. ¿Cómo se puede decir que una enseñanza es mala porque haya en el aula un 60% de monos con cara de cristianos?; que no aprenden nada ¡explique quien explique!, cuando además desde esa misma aula y de esa misma promoción salen o se encabezan psicólogos, economistas, médicos practicantes, filólogos, y algunos hasta para FP 3. Si un mismo profesor da clase a dos individuos y con el más que se esfuerza termina en la cárcel y con el menos que se esfuerza termina en la universidad, perdonen el lenguaje duro: aquí no hablamos de dos personas, aquí hablamos de una persona y de un “animal” devenido de la desastrosa genética embarcada en las riveras del Guadalquivir, casteada para crimen y la guerra. El problema no es educativo, colegios y educadores hay suficientes; lo que falta y casi no hay, es material humano adecuado para no estar -como se está- perdiendo miserablemente el tiempo predicando en el desierto. Solo se arreglará la cosa desde la permisividad laicista por no desafiante de las tendencias humanas. Si se sigue educando desde el rigor de las prohibiciones humano-divinas, se establecerá siempre, si así se hace, un obstáculo muy atractivo a saltar por la condición humana de la cual no se puede escribir aquí el libro que haría falta escribir, (y que nadie quiere escribir, porque cuando se habla de estas cosas nadie tiene mameyes para ir mas allá, y por temor, se quedan todos cómodamente demandando educación y más educación, como si en estos casos sirviera para algo) para solo mínimamente apuntar como es ella.
No busquen la explicación del caso o crimen de la calle “tal”, ni en la educación, ni en la política, ni en la familia; si acaso en las leyes. Pero ¿cuáles?. No me cabe la menor duda que hay que acudir a lo ya pensado en este mundo y tocar los resortes de los registros de algúnos órganos pensantes, paradigmas de lo no prohibido; que vaya en contra de todo convencionalismo, de creencias no demostradas y de alienaciones (enfangadoras de cerebros) de unos hombres por otros para usarlos como escudo: explotándoles, vituperándoles, y hasta “sodomizándoles” en todo lo que ocupe lo abstracto o, en esencia. ¿Se pregunta Vd. Si es que -y tiene razón- no le puedo argumentar con un ejemplo?. ¡Pues sí!, ello queda arreglado con este: siempre hay algún hombre azocado al calor de “un abrigo de astracán“, bajo techo, mientras otro está “con el culo al aire” y la barriga vacía escardando de malas hiervas los cultivos de remolacha en la “estepa” de Soria.
Cayó el imperio romano, el dinero acaba de pasar la página para dar un par de vueltas más de tornillo en la siguiente, y seguir siendo el amo -como siempre-. Es una falacia y un abuso tremendo hacer concebir esperanzas a los de abajo respecto a la reversibilidad del dinero. Siempre será de su dueño: de quien lo posea en cualquier momento histórico. Veremos a ver lo que pasa con los depredadores exterminadores que hemos creado para la guerra y que al no ser ya útiles para la misma han empezado a matarnos en las calles. ¿Llegarán algún día convenciones unánimes (que solo atenuarán los gordos problemas) entre los políticos, para que las, seguras impopulares, determinaciones, -que hay que tomar sin más remedio- no afecten negativamente en el voto a ninguna formación? ¿interesa, no interesa?.
Las dictaduras no sirven se comen a los niños crudos (Adi-Amin); las democracias no sirven; se viven en un clima de libertades y tolerancia, que tienen mas que ver con el vandalismo que con la permisividad aconsejable - tienen de malo que solo es susceptible de ser tolerado lo intolerable, para lo tolerable no hace falta permiso- abría que cambiar la “leyenda” por otra: un clima de absolutas libertades sin daño a terceros y una absoluta tolerancia a que usted se autoinmole … llevaría más camino.
Lo mas triste y descorazonador aún, es que yo mismo creo estar diciendo cosas importantes para el desentrañamiento de semejante jeroglífico; y claro, lo mismo que cuando se ama sin posibilidades de consumar, queda el recurso de enamorar por andar alegre, al igual, podemos extrapolar lo anterior paralelisticamente; es la forma de participar sin ninguna pretensión. Pretensión para los arreglos que nadie sabe, ha sabido, ni sabrá de donde y de quien pueden venir.
Les pido disculpas por meterme delante a no dejar … pasar, no delante del deambular sino del ocurrir. Esto es un intento, un sueño como otro, que da las buenas, tenebrosas, horripilantes noches.
Despertadme temprano y tenedme dispuesta cazalla y mucho café que me ayude a despejar, pensar y transigir como una persona “normal“. Es gracia que pide desde canarias uno que no encuentra agujero donde meter la cabeza para ocultar su parte de vergüenza de la especie, y mucha, por pertenecer a la misma.
A mi me da que hay que pasar por el microscopio electrónico a todo el material humano que demuestre carencia del gen de la buena conducta, para inoculárselo. Creo que aunque se haga desde el más peregrino y arbitrario criterio no será peor que lo que tenemos. ¡¡¡seguro!!!.
El hijo de Maestro Pedro
1 comentarios:
Es increíble como se puede saber tanto. genera castigamiento malhumorado y complejo de ignorante, ver que este autor solo necesita entrar en pequeñitos conocimientos que creemos los tiene cualquiera y salimos pequeños nosotros; mas pequeños que nunca frente a este sabio de los entresijos minuciosos de los mas trillados asuntos y detalles de los mismo; vistos con una nitidez y practica genial asombrante. no por fantástico -que lo es- sino por muy un poquísimamente visto estilo, en el cual su grandeza expositiva (qué parece que no moja ... ) se guarece a la vez que la impronta de su sabiduría que, naturaleza no le negó.
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