Estimada Sra,
Me dirijo a usted, con todo respeto y al objeto de hacerle llegar una sugerencia que, tal vez, le pueda resultar de utilidad en el desarrollo de la labor que lleva a cabo en esa Institución. Y me remito a usted, concretamente, porque hoy por hoy y, junto con Dña. Nardy Barrios parecen ser quienes gozan de una mayor popularidad debido a sus actuaciones en beneficio de la comunidad y, personalmente, me parecen dos buenas personas, sensibles y dignas de confianza.
Después de este pequeño preámbulo, paso a indicarle lo que quiero poner en su conocimiento.
Soy una ciudadana que me gusta involucrarme en el tema del reciclado y de hecho, reciclo todo lo que puedo. Utilizo todo lo que ustedes ponen a mi alcance para llevarlo a cabo: papel, vidrio, plásticos, orgánicos, pilas, medicinas. Si tengo trastos siempre llamo al Ayuntamiento para que los retiren. Jamás tiro un papel o chicle en la calle, ni nada que pueda ensuciar. Y cuando no me queda otro remedio uso el punto limpio del Sebadal. ¿Usted ha usado alguna vez el Punto Limpio? Le contaré mi experiencia al respecto: Allí he llevado aceite doméstico, radiografías, envases de productos de cierta toxicidad, fluorescentes y otro material eléctrico en desuso, restos de pintura o barnices.
Desde que me enteré de lo que contamina un litro de aceite, recojo hasta la última gota en garrafas, que, le aseguro es bastante engorroso, esperando a tener varias para su posterior reciclado.
A toda persona que conozco y le pregunto:
"¿Qué hace con el aceite?", me dicen: "Lo tiro por el fregadero".
Yo, soy incapaz.
La primera vez que fui al punto limpio a llevar las garrafas (creo que eran 6 de 5 litros tras varios meses envasándola) me dijeron que sólo podía tirar 2 (10 litros) con lo cuál me tenía que llevar de nuevo 4 garrafas para mi casa y volver otras dos veces, en diferentes días, para echar el resto. Y... ¿Dónde se echa el aceite en el Punto Limpio? Pues... en una especie de "jaula" donde tienen 2 bidoncitos en los cuales la propia persona que lleva el aceite tiene que abrir y agacharse incómodamente sosteniendo sus garrafas para depositar los litros que lleva (sólo 10).
De manera que:
Sales de allí todo "pringado" y si te descuidas, o eres mayor, con dolor de cintura.
Si tienes coche, has de gastarte la gasolina y el tiempo para llegar allí, y si no lo tienes, pide favores para que te lleve alguien o págate un taxi y reza para que te deje meter las "garrafitas" con el aceite en el mismo. Y recuerda... sólo 2 garrafas; 10 litros cada vez.
Con lo cuál, de verdad... ¿Cree usted que la gente se va a tomar esa molestia por nada?
También llevé unas 30 radiografías de varios años atrás y que no me atrevía a tirar en cualquier sitio. ¿Sabe cuántas dejan tirar?... Sólo 2 por día, con lo cuál, tendría que pagarme 15 taxis para llevar el resto, porque... ¿qué guagua llega hasta allí?... lo ignoro. Y, aunque fuera en guagua serían varios bonos.
Sra. Inmaculada, con todo cariño le digo, que tal como está estructurado esto del reciclaje, muy poca gente se siente motivada para llevarlo a cabo. Y ¿Quienes y por qué se sienten motivados? ... Solamente la gente cuya Conciencia así se lo dicta. ¿Y cuánta gente está en esa línea de conciencia? ... Muy poquita, de momento.
Según nos cuentan todos los días, de seguir así las cosas, a nuestro "Planetita" le quedan un "par de telediarios" y esperar a que a todo el mundo le llegue ese estado de responsabilidad conciente y amoroso para con el lugar en el que vivimos, tal vez, se necesite demasiado tiempo del cual ya no se dispone.
Entonces, mientras tanto llega ese estado sublime ¿Cómo motivamos a la gente que lo entienda y colabore? Pues con algo que a todo el mundo le interesa: DI-NE-RO.
Inventen una fórmula con la cual cada vez que yo reciclo algo, me resulte rentable.
Hasta ahora, los que puede que obtengan beneficios de que yo me moleste en ir hasta el contenedor del vidrio o del papel, son las empresas que lo aprovechan. Para mí, sólo es una incomodidad porque tengo que: Primero, hacer acopio y almacenaje de estos desechos y segundo, cargar con ellos y desplazarme hasta donde está el contenedor (no siempre cercano).
El que no tiene conciencia, lo echa en el primer lugar que se le pone al paso y sigue su camino "sin pensar".
Yo no sé si estará ya inventado, pero se me ocurre, que podrían ustedes poner en circulación una especie de tarjeta en la que el ciudadano, cada vez que recicla correctamente, se le acumulen puntos, que, pueden ser, de diferente valor, según la materia reciclada o los kilos de la misma.
Pero estos puntos, tienen que ser "golosos", "interesantes", "atractivos" para el ciudadano. "Que valga la pena el esfuerzo".
Seguro que ustedes dispondrán de "cerebritos" que puedan organizar todo esto de forma fácil y efectiva. Y... ¿qué hacer con esos puntos? ... Pues... cada ciudadano tiene un DNI con el que controlar sus puntos acumulados, mediante la tarjeta de reciclado ("la T.R.") y cuando llega el momento de pagar impuestos (de circulación, de contribución, etc, etc...) esos puntos le van a suponer un descuento "sustancioso" (es importante que se note) en su recibo, o se le devuelve en dinero que podrá emplear en otros pagos como el abono del agua, la luz...
Con una original campaña publicitaria, que no tiene por qué ser cara, continuidad y seriedad en el proceso y las personas adecuadas al frente, nuestro Ayuntamiento podría ser pionero en algo así y hacer cálculos de si sale más rentable recaudar algo menos y "premiar" a los ciudadanos "T.R." ,o seguir gastando demasiado en lo que a casi nadie le importa.
El reto es que ustedes consigan que a la ciudadanía "LE INTERESE RECICLAR"
Por otro lado, podría existir una especie de Contenedores-Punto-Limpio-Itinerantes, que faciliten el reciclado "selectivo" de ciertos residuos no habituales tipo bombillas, cantidades pequeñas de escombros, aceites, material eléctrico... y que se anuncie con antelación y efectividad o en días fijos en cada barrio.
Si, ya sé que existe la recogida de enseres, que está muy bien, pero no es suficiente y la gente deja las cosas de cualquier manera en cualquier sitio porque sabe que más tarde o más temprano "alguien" se hará cargo; pero eso no vale y sobretodo no "involucra".
Una de las cosas más desagradables de reciclar es el aceite doméstico porque sólo tienes la opción del punto limpio, y ya le expliqué mi experiencia. Una vez, incluí dos garrafas de éstas en la recogida de enseres y ¿sabe lo que hizo el personal que vino?... meter las garrafas en el contenedor de orgánicos; obviamente, ya no volví a hacerlo. A pesar de todo, continúo llevándolo al punto limpio, pero, sinceramente, cada vez me cuesta más y tengo menos ganas de ir.
Existe una leyenda urbana que dice que al final, todos los residuos que se recogen van a parar al mismo sitio, o sea, al Salto del Negro y muchos se ríen de mí cuando me ven con el incordio del reciclado.
De ustedes depende que los ciudadanos estén correctamente informados de esto y queremos "ver" qué se hace y para qué sirve el reciclado.
¿Recuerda usted aquella historia en la que todos los órganos del cuerpo humano se disputaban entre sí cuál de ellos era el más importante para la supervivencia... y...¿quién ganó al final? ... Alguien de quien todos se reían y ninguneaban. Alguien que al negarse a salir los podía pudrir a todos: LA MIERDA.
De nada nos van a servir bonitos parques, playas soleadas, eventos culturales, si la basura termina rodeándonos y sin saber qué hacer con ella.
El resumen de mis propuestas es el siguiente:
Tarjeta de Reciclado "T.R."
Revisión en la organización y efectividad de los puntos limpios.
Contenedores-Punto-Limpio-Itinerantes.
Hacer comisiones que se informen de lo mejor y más interesantes que se lleva a cabo en otros países, como Brasil, donde creo que la basura la reutilizan como energía.
Campaña publicitaria atractiva y efectiva.
Todas aquellas otras ideas efectivas que ustedes tengan a bien incluir.
Confiando en su amable disposición, me despido con un cordial saludo.
Mary Carmen Del Rosario Gil.
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