ARENAS DE MELENARA

Tengo tres deseos por cumplir,
de Melenara guardar un puñado de arena,
en ella enterrar mi última pena,
y sobre el viejo muelle, el horizonte despedir.

En las aguas de tu mar azul sumergirme,
entre tus fondos acariciar tu costa,
suaves corrientes que me lleven sin derrota,
y a tu atlántico profundo, en silencio, asirme.

En la piel de tus acariciadas y besadas orillas,
ya de vuelta cansado dejar mi cuerpo caer,
anclar junto a las redes mis sueños hasta el amanecer,
y ver el sol extender sus rayos sobre ti como semillas.

Melenara, mi playa, limpia lamina de cielo azul que en ti se refleja,
horizonte abierto de lejana bruma, viento del este, fresco viajero,
tras del espigón de Taliarte pinceladas al abrigo del empuje costero,
y en la arena, suave una ola, besa tu orilla que sobre ti su rumor deja.
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En un luminoso día, paréntesis de un invierno frío, lluvioso y con los campos, medianías y cumbres de nuestro municipio de un verdor y blancuras de almendros en flor, como un natural regalo de la maravillosa y agradecida naturaleza que nos rodea, en la costa, observo tras el visor de mi cámara el movimiento de arenas de nuestra playa de Melenara, operaciones para el tratamiento de limpieza y regeneración de nuestro litoral por la Concejalía de Playas de nuestro Ayuntamiento y hoy presenta este aspecto debido a los trabajos. ¡Cuidemos nuestro entorno!, desde el respeto al ser humano, la playa, el campo, el barranco, la montaña, el mar, los nacientes, el árbol, el risco, el acantilado, el pájaro, el pueblo, la ciudad, todo es el resultado de la evolución vital de nuestro planeta y nosotros con él, desde nuestro pequeño y singular “gran mundo”, nuestra isla, nuestro archipiélago, y no navegamos solos, nos acuna nuestro Atlántico mar.

JESÚS RUIZ MESA