lunes, 6 de agosto de 2012

REFLEXIONES SOBRE LA EPISTOLA DEL EX PRESIDENTE ZAPATERO


La mayoría de lectores de prensa, por no decir la totalidad, posiblemente sea la primera vez que han encontrado en un periódico algo firmado por el ex presidente Zapatero. Tan insólito suceso se produjo el pasado 31 de julio en el Diario EL MUNDO, con un artículo titulado “La decisión del Banco Central Europeo”. A la vista de fondo y forma del mismo, esperamos que el dimitido político no se prodigue en este género literario o bien varíe de tema y presunto “negro”.

     Su escrito, plano y carente del más mínimo interés, no aporta novedad alguna. Prácticamente su contenido ha sido repetidamente publicado en distintos medios. Afirmar, como hace el final del párrafo 5º que: “con primas de riesgo elevadas, la economía pierde la capacidad de financiarse, y si no hay liquidez no hay crédito, y si no hay crédito hay recesión, y si hay recesión cualquier esfuerzo de consolidación fiscal, por duro que sea, está condenado al fracaso”. Solo le faltó a tan profunda reflexión aquello de “y detrás del último no va nadie”. Añadir a continuación que “los países con problemas graves de deuda (léase España) necesitan el regreso de los inversores foráneos”, es otra obviedad que no necesita  comentarios. 

     Son varias y de distinto tipo las opiniones erróneas vertidas sobre otros temas como por ejemplo el comparar las atribuciones de la Reserva Federal de los EE.UU. y el Banco de Inglaterra, con el Banco Central Europeo, dado que los dos primeros actúan en su propios países y el BCE tendría que hacerlo en 17 a los que solo vincula el euro pero con políticas fiscales  dispares y situaciones económicas muy diferentes. 

     Zapatero jamás entendió el verdadero origen de la crisis por carecer de capacidad y preparación para ello. La insistente negativa sobre su existencia en España no fue por iniciativa propia, sino porque así se lo indicó la numerosa pléyade de asesores de la que se rodeó durante su mandato. Su absurdo empeño en negar la evidencia se obedeció al temor cerval que le supondría la pérdida de prestigio, tras haber prometido el mejor de los futuros a los españoles. 

     Al ex presidente, durante gran parte de su legislatura, nunca le preocupó el endeudamiento ni el gasto, aunque ello supusiese el vivir artificialmente. El estado del bienestar, como su propio nombre indica, para ZP significaba estar bien, aunque algunos lo pasaran algo peor que otros…Lo importantes es que funcionarios y empleados públicos estuviesen contentos. De los humildes, desfavorecidos y desempleados, ya se encargarían sus amigos de los sindicatos, auque sin dedicarles excesivo interés; simplemente tratando de disfrazar el muñeco lo mejor posible y explicándole a los menesterosos que el paro era un mal endémico, pero nunca por culpa del Gobierno socialista. 

     Nada hemos leído en su carta sobre la necesidad de líderes que sepan comunicarse con la sociedad. Cuales son nuestras equivocaciones y como salir de ellas. Nada sobre eliminación de privilegios con más libertad y menos leyes, con más ideas y menos demagogia. Menos sindicalismo, manifestaciones y destrozos y más profesionalidad. Menos subvenciones y más responsabilidades y transparencia. En múltiples ocasiones hemos oído a los líderes de CC.OO. y UGT decir que sus respectivos sindicatos podían mantenerse perfectamente con las cuotas de sus afiliados y ahora son sus propios empleados los que les están acusando por impago de la paga de junio y la posible presentación de un ERE como ocurre en la COAN (Comisiones Obreras de Andalucía).

     Habla igualmente Zapatero sobre el gran sacrificio colectivo y una situación social marcada por el alto nivel de desempleo, pero no explica como se produjo durante su mandato el incremento de casi tres millones de parados más, e igualmente de sus fracasos para atajarlo como el famoso, ridículo y catastrófico “Plan-E”. Reconoce que se han cometido errores en el ámbito de la Unión Europea y asume en primera persona los que le corresponden, que ni indica cuales han sido ni pide disculpas como debiera hacer por el estado calamitoso en que dejó a un país llamado España. 

    Roguemos que el día que se decida a escribir sus memorias, como ya nos ha amenazado en diversas ocasiones, los escasos y osados lectores que se atrevan a comprarlas, por lo menos encuentren verdades y no pobres justificaciones como en su inane artículo. ¡¡Felices y merecidas vacaciones!!

Atentamente.
José-Tomás Cruz Varela

D.N.I. 02470916A

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