lunes, 2 de marzo de 2009

Negligencia, ¿de quién?


El pasado domingo día 15 de febrero de 2009, pasadas las 18 horas zozobró una patera con 32 inmigrantes, en la zona de Los Cocoteros, Lanzarote (Canarias). Falleciendo la gran mayoría, entre ellos unos 15 menores de edad, mujeres y algunos hombres. Solamente 5 fueron rescatados por vecinos de la zona y parece ser que se dieron a la fuga de 1 a 3 supervivientes según declaraciones de la Policía Local y Cruz Roja.

Según relata la agencia EFE en una nota de prensa, la Policía Local de Haría que estaba de patrulla por la zona, detectó la pequeña embarcación varias horas antes y la estuvieron vigilando desde tierra hasta que ocurrió la tragedia.

El Organismo Social Kanaryo Ttiteroygakat, haciéndonos eco de lo relatado por la agencia EFE consideramos que de ser cierto que se avistó la embarcación con unas horas de antelación, ¿cómo es posible que no estuvieran en zona los medios de salvamento marítimos, aéreos y terrestres antes de que ocurriera la tragedia? Ya que es obligación, y según establecen los Protocolos de Actuación en estos casos, avisar al 112 inmediatamente según se detecta la embarcación, por eso nos preguntamos y hacemos la siguiente reflexión:

Si el Protocolo de Actuación se ha incumplido por parte de la Policía Local de Haría.

Si el mismo se cumplió dando traslado inmediato de las circunstancias al 112, por qué no estaban los medios de Salvamento en zona, pasado un tiempo prudencial (una hora máximo), una vez se tenían noticias del avistamiento, ya que este es el tiempo que tardarían en activarse y llegar al lugar, y según EFE entre el avistamiento y la tragedia transcurrieron más de dos horas.

Por tanto y basándonos en lo publicado por EFE y conociendo los Protocolos de Actuación y tiempos de respuesta ante Emergencias, consideramos que presuntamente se ha podido cometer una gravísima negligencia con resultado de muertes.

En cuanto al Sistema de Vigilancia Exterior (SIVE), antes de su implantación en Lanzarote, manifestamos públicamente que el SIVE NO SIRVE, y en esta y otras tantas ocasiones nos han dado la razón, incluso hasta la delegada del Gobierno en Canarias, que en sus declaraciones dice que la citada patera no había sido detectada. ¿Por qué?

Después de estas aclaraciones y puntualizaciones, consideramos en primer lugar dar nuestro más sentido pésame y dolor a los familiares de los fallecidos, en segundo lugar a los que han sobrevivido a esta tragedia, y posteriormente a los que han permitido que hicieran este viaje sin retorno, alentándolos desde sus costas o desde las nuestras.

Consideramos responsables directos de estas muertes al gobierno marroquí y sus autoridades, al permitir que salieran desde Tan Tan, tal vez usándolos como moneda de cambio a la hora de presionar a España y a la Unión Europea para que les concedan ayudas económicas para evitar una inmigración que ellos mismos, con sus gobiernos corruptos, originan.

También son culpables indirectos los países aparentemente ricos u occidentales que al amparo de la globalización económica están empobreciendo sobremanera a estos países subdesarrollados o en vías de desarrollo, fomentando así la inmigración de santísimas personas para utilizarlos como esclavos en su propio beneficio, que no es otro que el de las grandes multinacionales de la economía con intereses políticos y empresariales.

Son culpables directos, las mafias que se dedican a la trata de esclavos, tanto desde sus países de origen, como desde los nuestros, y como no, también los que sacan provecho de la inmigración en beneficio propio. De estos hay muchos, pero encubiertos en otros propósitos altruistas.

Consideramos así mismo que las medidas adoptadas por nuestro Gobierno han logrado condenar a la población inmigratoria adulta y fomentar la inmigración infantil y de mujeres embarazadas, ya que, a los menores no se les expulsa (basados en no sé qué leyes), propiciando desarraigo familiar, elevados costes para nuestras arcas publicas y, a la vez, abandono de sus familiares y gobiernos respectivos. Con esto queremos indicar que el hecho de mantener a los menores en centros de acogida hasta su mayoría de edad, formándolos, alimentándolos, vistiéndolos y generando recursos económicos para sus familiares, propicia el hecho de que hoy tengamos que lamentar la muerte por ahogamiento de bastantes personas, entre ellas quince menores.

Que estas muertes sean las últimas.

Antonio Leal

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