martes, 23 de marzo de 2010

DECEPCIONANTES RECONOCIMIENTOS PÚBLICOS DEL CABILDO DE GRAN CANARIA


Los honores y distinciones que el Cabildo de Gran Canaria ha otorgado para el año en curso, han ratificado absolutamente mi convicción de su escasa relevancia y nulo prestigio porque muchas de las personas físicas que los han recibido carecen, en mi opinión, de verdadera categoría y destacados méritos para ellos en unos casos, y en otros son por su elevadísimo nivel dignos del máximo honor de la institución insular, que es el de Hijo Predilecto, como es el caso del conspicuo tenor Alfredo Kraus que, junto con Benito Pérez Galdós, es, hasta ahora, uno de los dos grancanarios -y canarios en general- de máxima proyección universal.

Sin embargo no se le designa hijo predilecto a título póstumo -ni tampoco a Pérez Galdós- sino únicamente se le concede el Can de oro en Artes -al igual que el pasado año al genial autor de Los episodios nacionales-, mientras que un simple oficinista como fue Rafael Nebot, cuyo "sobresaliente mérito" consistió simplemente en elaborar los programas del Festival de Música de Canarias primero, y del Teatro Pérez Galdós después, contratando las orquestas y los solistas que le ofrecían las agencias del ramo musical, y cobrando por este "agotador y relevante" trabajo un suculento sueldo, si fue nombrado en la edición del año pretérito Hijo Predilecto a título póstumo, para complacer a su protector, el nefastísimo don Guillermone, por temor a sus represalias periodísticas, cometiéndose un monstruoso disparate por la nula categoría del distinguido, pues ¿que "servicios prestó en la mejora, engrandecimiento y honor de Gran Canaria? ¿Qué méritos y destacadas cualidades personales" poseyó? -según el contenido del artículo 3 del Reglamento de Honores y Distinciones-. Ningunos, los mismos que cualquier otro simple ciudadano trabajador.

En los reconocimientos del presente año, se ha nominado Hijo Predilecto al también nefasto para Gran Canaria, el político José Miguel Bravo de Laguna. ¿Qué méritos posee este personajillo para tal honor? ¿Qué ha hecho de beneficioso y relevante para nuestra isla? NADA en absoluto sino todo lo contrario, perjudicarla porque gracias a él, en el Pacto de Medinaceli, otorgado en Madrid el 29 de Abril de 1982, como Presidente del Comité Provincial de UCD de las Palmas, aceptó que la sede del Parlamento de Canarias radicara en La Laguna, y después, atemorizado por las desaforadas protestas de los medios de comunicación chicharrerones, consintió que se trasladara a Santa Cruz, que además se hizo con la capitalidad compartida, concentrando así el máximo poder político del archipiélago. Y este nefasto sujeto, cuyos otros "relevantes méritos" son el haber sido abogado del Estado -un cargo como cualquier otro-, y Presidente del Parlamento de Canarias y del PP regional, es nombrado hijo Predilecto de la isla a la que tan notoriamente ha perjudicado y traicionado. Esto constituye, además de un dislate de la máxima magnitud, un gravísimo ultraje a Gran Canaria.

Mi capacidad de asombro y de perplejidad ha alcanzado su climax cuando observo que al humorista Manolo Vieira le han concedido el Can de plata en Artes, o sea, en el mismo apartado que Alfredo Kraus pero en un metal noble inferior. Reconozco que Vieira es muy ocurrente y simpático, pero de ahí a ser un artista hay años de luz de distancia. El ARTE es la manifestación sublime del intelecto humano, esta es mi definición, un poco más allá de Hegel, que en su obra Estética define lo bello como la manifestación sensible de la idea. Lo que hace Manolo Vieira no es modo alguno arte, y por ende sublime, porque además recurre a palabras y expresiones vulgares y groseras del lenguaje populachero para provocar la risa. Cierto que han habido cómicos -en el sentido de personas que hacen reír con sus actuaciones- que han sido verdaderos artistas, genios, en esta faceta, como Charles Chaplin, que si creaba ARTE con sus interpretaciones cinematográficas. Pero lo que hace el humorista de La Isleta está a años luz de distancia del célebre actor británico.

Honestamente creo que con el Roque Nublo -que no entiendo porqué tiene inferior categoría que el Can ya que considero que es el símbolo de nuestra isla- al humor estaría más que suficientemente premiado; concederle el can de Plata en Artes es un absoluto despropósito y está totalmente desproporcionado a su tarea humorística. Es absolutamente mezquino que a una personalidad científica tan relevante como Eric Sventenius, primer director e impulsor del jardín botánico Viera y Clavijo -más conocido como el Jardín Canario-, solamente se le conceda, a título póstumo, el can de plata en Ciencias cuando es merecedor del de oro por su gran categoría.

Incomprensible, para mí, que se distinga con el Roque Nublo a la solidaridad a la activista saharaui Aminatou Haidar, luchadora tenaz por los derechos de su pueblo, pero que nada tiene que ver con Gran Canaria. Sin embargo no se nombró Hijo adoptivo a Matías Díaz Padrón, herreño de nacimiento, que residió en Las Palmas de Gran Canaria desde los dos años y medio de edad, Conservador Jefe de Pintura Flamenca y Holandesa de El Museo de El Prado, y uno de los máximos investigadores mundiales en estas escuelas pictóricas, con transcedentales descubrimientos y atribuciones de autores de las citadas escuelas, Premio Gabarrón Internacional y Comendador de la Orden Leopoldo II de Bélgica, la máxima condecoración de esa nación. Y aunque por su tarea profesional no ha podido "prestar sus servicios en la mejora, engrandecimiento y honor de Gran Canaria", principalmente porque no se le han solicitado, como sería deseable, por ejemplo para ese museo proyectado por el Cabildo en el antiguo hospital de san Martín, si recomendó a una competente restauradora para la reparación del tríptico de la iglesia de Las Nieves, en Agaete, destrozado por los ineptísimos Julio Moisés y Pilar Leal, indiscutiblemente posee "méritos señalados y destacadas cualidades personales".

He de exponer que Benito Pérez Galdós, Alfredo Kraus y Juan Negrín fueron propuestos por mí para los honores de Hijos Predilectos a título póstumo, y Matías Díaz Padrón para Hijo Adoptivo, pero las "preclaras mentes" que integran la actual corporación cabildicia los rechazaron rotundamente.

Y hago constar que mi desacuerdo con los actuales reconocimientos no está motivado por resentimiento o frustración por no haber sido consideradas mis propuestas, que estimo consecuentes con la relevante categoría mundial de los personajes, sino porque han sido concedidos arbitrariamente y sin correspondencia con el real prestigio de la mayoría de los distinguidos. No creo que alguien ose compararlos con los que propuse, porque haría el más solemne de los ridículos.

Si, en hipótesis, me hubiesen nombrado Hijo Predilecto juntamente con José Miguel Bravo de Laguna, habría rechazado rotundamente el "honor" porque lo consideraría absolutamente devaluado por agravio comparativo. Nicolás Díaz-Saavedra de Morales -al margen de nuestra gran amistad- ha sido desde que lo conozco hace varias décadas, cuando coincidimos en la junta directiva de la delegación provincial de Juventudes Musicales Españolas, por los años sesenta del pasado siglo, un acérrimo defensor de Gran Canaria y luchador incansable por su progreso, en lo que nos sentimos plenamente identificados, y es un sarcasmo y una ironía que a este patriota grancanarista se le equipare en el honor al nefasto Bravo de Laguna.

Por estas razones reafirmo mi convicción en la irrelevancia y nulo prestigio de los reconocimientos públicos del Cabildo de Gran Canaria, y me abstendré en años sucesivos de presentar propuestas para ellos consecuente con mi convicción expresada.

Carmelo Dávila Nieto

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