Recientemente, tras
la publicación en un periódico digital de amplia difusión una noticia sobre la
celebración en Madrid de dos reuniones de generales en activo, en los últimos
quince días y con la máxima discreción, ha generado cientos de comentarios en
otros diarios, con opiniones de lo más diverso.
A tenor de
nuestros antecedentes históricos, hablar de reuniones entre militares de alta
graduación, siempre se ha identificado, absurdamente, con presuntas intenciones
conspirativas, aunque prudentemente contemplado con cierta preocupación. Si en
efecto existiese algo de cierto en las noticias filtradas, lo recomendable
sería que, bien por parte del ministerio de Interior, CNI o a quien
corresponda, se investigase e informase con premura y claridad a los
ciudadanos, explicando cual es la razón, contenido y propósito de tales
reuniones y a continuación obrando en consecuencia. La sociedad civil, tal como
se encuentra nuestra desastrosa situación económica, si algo necesita es paz y
tranquilidad y que no se añadan mas preocupaciones a las que ya padecemos. Los
militares que continúen en sus cuarteles y solo intervengan en misiones
humanitarias, defendiendo fronteras, la unidad nacional y en todo aquello que
se estime necesaria su intervención, pero siempre bajo las órdenes del poder
civil que emana del Parlamento.
En España,
afortunadamente, desde hace 37 años gozamos
de democracia y democráticamente hemos aprendido a resolver nuestros
problemas y diferencias por cauces constitucionales, aunque en ciertas
ocasiones y de manera incomprensible, se han producido algunas desobediencias
no deseadas y peligrosamente consentidas….
La socieda está
dispuesta a tolerar ciertos ruidos menos el de los sables, que en desgraciados
momentos ya pasados, fueron promovidos por políticos y militares quienes,
confundiendo el respeto a la democracia, trataron de pervertirla en mera
“manipulación”, abusando del sano criterio de los ciudadanos, en su propio
beneficio y en el de los suyos. Conceptos como unidad, sanidad, educación y
política son demasiado serios para ser utilizados como métodos de
enfrentamiento, odio e incluso con peores intenciones como al parecer pretenden
ciertas tendencias independentistas. Dicen que los gustos aproximan a las
personas, pero también las idioteces.
Si hay algo que
caracteriza a los fascismos es la explotación del miedo, si bien, con el paso
del tiempo este tipo de amenaza ya no produce el mismo efecto. Es con las leyes
y su correcta aplicación como hay que tratar a tantos sinvergüenzas y
oportunitas cuya única misión consiste en engañar y aprovecharse del sistema.
Mal asunto es el
incumplimiento de las sentencias de los altos tribunales e igualmente
despreciable las tentaciones volver a reescribir ciertos patéticos momentos de
nuestra historia. Sería tristísimo tener que volver a oír la frase de que “con
Franco se vivía mejor”. Todos hemos observado como se nos está criticando
últimamente por parte de la prensa extranjera, poniéndonos como “ejemplo de lo
que no hay que hacer”; sin ir más lejos, hasta por el candidato republicano a
las elecciones USA, Romney, quien en breve comenzará a censurar también la
desastrosa administración de nuestras CC.AA.
Los miles de
manifestaciones que se están celebrando en España y preferentemente en Madrid,
están secuestrando a los ciudadanos, hundiendo sus negocios, pulverizando
economías empresariales y familiares, destruyendo puestos de trabajo e
impidiendo vivir con cierto sosiego al que aspiramos con pleno derecho. No
obstante, por parte de algunos políticos, cínica e hipócritamente, se oponen a
la modificación de la ley en lo que se refiere a reuniones y manifestaciones
para presumir de demócratas y que no les tilden de involucionistas; sin duda no
les afecta a sus sueldos….¡¡Que asco!!
Atentamente.
José-Tomás Cruz Varela
D.N.I. 02470916A
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