domingo, 26 de abril de 2009

NI UN DÍA SIN LÍNEA

A contratiempo dice el periodista Juan Cruz, que dijo Julio Cortázar, que la mejor manera de desplazarse es caminando. Como siempre, caminando. Y acierta Julio, según Juan.

A la acción de caminar corresponde también el camino que se holla con el pie, que él mismo en milenios, centenios, décadas ha señalado. Con ello surge la desunión de la unión de un principio establecido; a estudiar y modernizar. Por lo tanto a separar la acción y su “escenario”: la cuestión subjetiva y objetiva.

Cuando se camina por caminos, sobre todo los que tienen “su lugar” y su realidad ancestral, o desde los ancestros, en el mundo (rutas) no se hace camino al andar puesto que “ya está hecho; por ello es mentira absurda dar distinta connotación cuando solo se trata de transitar un camino, “no metafísico”, y ya sabemos hasta donde se ha arrinconado la metafísica por los verdaderos intelectuales de nuestro tiempo; por lo que se la considera pueril, atemporal, intangible, y hasta ininteligible el salirse del pragmatismo fí-si-co inexorable de aplastantes, insustituibles empírias, que ya para bien humano dominan e impregnan toda ciencia,- liberadoras de la mente humana- del ridículo noúmeno y de “piruetas” mentales más allá de los sentidos, en majadera maniobra. Ya está anticuado construir metáforas que vayan un centímetro mas allá de la re-a-li-dad y de nuestros sentidos. La materialidad ya tiene el valor (por conocimiento) de burlarse del ridículo fantasma de la eternidad, y dice: ¡¡nada de ensoñaciones!!

A la palabra metafísica auguro el porvenir de la propia mentira; desaparecerá en el tiempo que tarde el hombre en convencerse que es absolutamente material, físico y “desalmado”.

En el mismo orden cuando el hombre abandona el camino -físicamente hablando- eso se llama incurrir por sendas desconocidas que conocerá en sus “llegadas” a donde le han llevado, cuando se llega, ¡claro!. Tampoco en ellas “se hace camino al andar“. Los caminos los hacen miles de millones de hombres en fila, con además del transcurso de mucho tiempo, resultado: mentiroso Machado, mentiroso Cortázar e ingenuo Cruz.

Este pequeño comentario se ha construido desde el punto de vista empírico-experiencial para que sea comprendido por los más, pero, si usted quiere “tirar el cucharón al fondo del barreño“, verá vertida en “su plato, una comida”, que forzando mucho la memoria le dará la sensación de no haberla probado nunca, y por otra “razón” (su razón) estoy bastante seguro, rehusará y desaprobará. Por sus saberes, ni yo ni absolutamente nadie podrá hacer nada (se pegan a los cerebros como la lapa a la piedra: se lo digo porque “veo“ lo que me ocurre por dentro). De ahí la practica inutilidad de escribir.-Si no fuera por entretenerse y combatir el hastío, enemigo cumbre de esta sociedad que pronto se jubila ¡como sociedad!: asociación de socios, no, inasociados, pero, sí inasociables, incluso en el mismo acto-intento de asociarse.


El hijo de Maestro Pedro

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