jueves, 23 de abril de 2015

LA CAIDA DE PODEMOS Y EL REGALO DE PABLO IGLESIAS AL REY

Pablo Iglesias, Secretario General de Podemos, según comentarios filtrados por sus propios compañeros, está pasando tremendas dificultades tratando de convertir a su partido en una opción de gobierno. Su famoso “asalto a los cielos”, que no deja de ser una imbecilidad más, en opinión de varios analistas políticos se limitará a ocupar el espacio que anteriormente pertenecía a Izquierda Unida (IU), razón por la cual la formación comunista deberá mantener la calma y continuar con su programa.

     Al parecer, dicho  político vive sumido en permanentes controversias con sus íntimos, comenzando por Errejón, en lo que respecta a las próximas elecciones municipales, unido a las diferencias existentes en torno a la denegación o colaboración con Susana Díaz (PSOE), para que pueda ser investida como presidenta de la Junta de Andalucía. La pérdida del control sobre las agrupaciones autonómicas y locales es manifiesto, dado que Podemos carece de un equipo de cuadros compacto y debidamente coordinado  para poner orden en algo que se está que se les está yendo de las manos por momentos.

     La variopinta nomenclatura de Podemos, Juntos Podemos, Ahora si Podemos, y un largo etcétera, está suponiendo un galimatías que genera equívocos hasta convertirlo en un partido multiusos,  en el que la principal aspiración de sus militantes consiste en lograr un puesto de concejal o diputado autonómico, lo que supone el cobrar un sueldo fijo durante los próximos cuatro años.

     Para ciertos militantes de Podemos con más criterio y formación, y así lo han manifestado, lo acertado habría sido olvidarse de autonómicas y municipales en el 2015 y concentrar todas las energías en lograr un buen número de diputados y una vez instalados en el Congreso, con un cuatrienio por delante, ir eligiendo, seleccionado y formando candidatos para los próximos comicios, pero siempre siguiendo unas mismas directrices perfectamente definidas y marcadas desde la dirección central del partido, y no a través de los famosos círculos (circos en algunos casos), donde cada uno dice y hace lo que le da la gana, proyectando una imagen grotesca carente de seriedad que solo consigue dañar la imagen del partido como está sucediendo. Por el momento lo prioritario sería crear y conseguir coherencia de decisiones y no el escenario de casa de locos que están ofreciendo.

     Las  últimas encuestas,  coincidiendo con lo esperado, comienzan a señalar la inevitable caída de Podemos. El primer aviso oficial apareció con los resultados obtenidos en las pasadas elecciones autonómicas andaluzas, demostrándose que las expectativas, tanto por parte de los sondeos de opinión como las del propio líder de la formación, entre 24 y 26 escaños, no coincidieron para nada con los 15 escaños conseguidos.

     La segunda confirmación del descenso anunciado se producirá tras los resultados de municipales y autonómicas del 24 de mayo, para rematar con la traca de las generales en las que se demostrará fehacientemente que los ciudadanos, cuando está en juego el Gobierno de la nación son lo suficientemente serios en sus decisiones huyendo de descarados populismos y el cocinado de resultados  en las encuestas. Tiempo al tiempo.

     Sobre el inoportuno regalo al Rey, por fin Pablo Iglesias consiguió el perseguido objetivo, consistente en fotografiarse con Felipe VI, amparándose en la ridícula disculpa de obsequiarle con la seria "Juegos de tronos", para que el Monarca tome nota " entre un viejo mundo que se desmorona y la aparición de viejos líderes con nuevas ideas". Un escenario según el propio Iglesias muy parecido al vivido en España actualmente sobre el que el Rey deberá tomar para entender la política española.

     Tales bufonadas evocan la gloriosa época creativa del anterior presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con su famosa aportación bautizada con el pomposo título de "La Alianza delas Civilizaciones", que todavía continúa siendo tratada y estudiada en los foros intelectuales más prestigiosos del mundo, así como sus posteriores meditaciones en torno a "la cuantificación de las nubes". Cuestiones todas ellas muy comentadas en la reciente cena mantenida en casa del ex ministro Bono, con la asistencia del citado ZP y como no, del líder podemista.

     No obstante es de justicia reconocer que Iglesias demostró una vez más su dominio estratégico de los medios, cuyo éxito consistía en ser portada de la mayoría de los periódicos nacionales y noticia en otros muchos extranjeros, lo que consiguió incomprensiblemente aunque solo se trate de una anécdota sin la más mínima transcendencia.

Atentamente.
José-Tomás Cruz Varela
D.N.I. 02470916A

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