Nuevamente el Cabildo de Gran Canaria ha vuelto a decepcionarme con la concesión de sus Honores y Distinciones porque la mayoría de las personas físicas o comunidad que los han recibido no los merecen, en mi opinión, en las categorías en las que les han sido concedidas. Ciertamente el reglamento que los regula contiene enormes fallos en su redacción.
Así en el Capítulo II: "De los títulos de Hijo Predilecto e Hijo Adoptivo de Gran Canaria", en el artículo 3. Ámbito Subjetivo-
1. dispone: "El título de Hijo Predilecto de Gran Canaria recaerá en personas físicas que hayan nacido en la isla de Gran Canaria, aunque no posean la nacionalidad española, estén vivas o hayan fallecido, como reconocimiento a méritos señalados, destacadas cualidades personales y prestación de sus servicios en la mejora, engrandecimiento y honor de Gran Canaria que supongan tan alto prestigio y estimación pública que la Corporación Insular considere este título como el más adecuado y merecido".
2. "El título de Hijo Adoptivo de Gran Canaria podrá otorgarse a quienes, sin haber nacido en Gran Canaria, reúnan los méritos y reconocimientos públicos enumerados en el artículo anterior (mejor debió haberse escrito en el número anterior, aclaro, porque se trata del mismo artículo con dos apartados).
En el artículo 4. Criterios-1. se lee: "Los títulos de Hijo Predilecto de Gran Canaria e Hijo Adoptivo de Gran Canaria constituyen EL PRIMERO Y EL MAYOR HONOR que el Cabildo de Gran Canaria puede otorgar, por lo que, para que mantengan su PRESTIGIO, habrá de observarse en su concesión EL MÁXIMO RIGOR Y LA MAYOR RESTRICCIÓN POSIBLE (las mayúsculas son mías)". Paso al artículo 9: "El Can de Gran Canaria distinguirá merecimientos en dos ámbitos: a) Las Artes: Reconocerá los méritos en el ámbito artístico en cualquiera de sus manifestaciones, ya sea en el arte pictórico, escultórico. Arquitectónico, literario, musical, teatral, cinematográfico, danza u otros. B).Las Ciencias: Reconocerá los logros, descubrimientos o labores de investigación continuada en el ámbito científico que redunden en el beneficio del bienestar social y el interés general".
El capítulo I: De los Honores y distinciones.3, expone: "A efectos de este Reglamento se considera Honor los títulos de Hijo Predilecto e Hijo Adoptivo, mientras que el Can y el Roque Nublo de Gran Canaria, serán considerados Distinciones".
Estimo que están suficientemente claros los enormes errores que presenta este reglamento, porque resulta que para EL PRIMERO Y MAYOR HONOR del Cabildo de Gran Canaria, que, como se ha expuesto anteriormente son los títulos de Hijo Predilecto e Hijo Adoptivo, este año -ya los precedentes los comenté y censuré en sus respectivos momentos- han sido designadas para el primero tres personas físicas como los empresarios Ángel Luis Tadeo (fallecido) y Eustasio López (LOPESAN), y el ex-rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria Manuel Lobo.
Con respecto a los dos primeros es palmario que su objetivo fue su enriquecimiento personal -que me parece muy aceptable- no "la mejora, engrandecimiento y honor de Gran Canaria", que sinceramente no creo que se haya conseguido en gran medida, al menos a nivel nacional, y todavía muchísimo menos al internacional, y considero que tampoco poseen "méritos señalados", salvo en la empresa, pero no suficientes para tal HONOR.
En cuanto al tercero, su labor como rector fue absolutamente mediocre, y como "investigador" es un absoluto desconocido sin que sepamos siquiera cual es su faceta investigadora y si, en caso de haberla, es relevante, por lo que cabría en el apartado b) del artículo 9, referente al Can de Gran Canaria, con el que estaría más que suficientemente distinguido. Empero no han sido nombrados Hijos Predilectos a título póstumo las dos máximas glorias mundiales que hasta ahora ha dado Gran Canaria: Benito Pérez Galdós y Alfredo Kraus, a los que se le ha otorgado el Can de oro, que por su inclusión en el susomentado apartado a) del artículo 9 es una simple distinción, y no con EL PRIMERO Y MAYOR HONOR -para el que los propuse el pasado año-, al igual que el eximio científico Dr. Juan Negrín López -además Presidente del Gobierno de la Segunda República, abortada por la rebelión militar dirigida por el general Franco, que se convertiría durante más de tres décadas en sanguinario tirano-, que únicamente ha sido distinguido a título póstumo con el Can de oro por lo contemplado en el apartado b) del mencionado artículo 9, y que a tenor de lo resuelto por la Comisión Especial de Honores y Distinciones no poseen estos tres los MÉRITOS SEÑALADOS que contempla tal Honor.
Ni tampoco los ilustres historiadores Francisco Morales Padrón (fallecido el año anterior), Catedrático Emérito de la Universidad de Sevilla y Alfredo Herrera Piqué. Así que resulta que por esta dislatada redacción -que precisa una urgentísima corrección por personas capacitadas e idóneas, y que el Cabildo debe acometer sin demora- tienen más categoría que aquellos dos internacionalmente aclamados -las obras de Pérez Galdós se han traducido a todos los idiomas importantes, incluso al japonés y otras lenguas exóticas, y hay especialistas pérezgaldosianos en todo el mundo, que acuden al Congreso Internacional que en su casa-museo se celebra cuatrianualmente- y engrandecieron a Gran Canaria con su prestigio mundial, que el científico Juan Negrín, de renombre europeo y que los historiadores susoreferidos, el oficinista Rafael Nebot -y no estoy subestimando a los oficinistas que realizan un trabajo muy digno, pero no merecedor de Honores y Distinciones de esta categoría.
Yo también trabajé en una oficina pues fui Oficial del Registro de la Propiedad, y cumplí honestamente en mi trabajo durante treinta años, pero no me considero acreedor de reconocimientos de tal índole-, José Antonio Ramos Díaz, Juan Hidalgo Codorniú, Salvador Trujillo Perdomo, José Miguel Bravo de Laguna, Ángel Luis Tadeo, Eustasio López y Manuel Lobo (Nicolás Díaz-Saavedra de Morales ha sido desde siempre defensor de y luchador por Gran Canaria, por lo que merece, sin discusión ,el honor de Hijo Predilecto, pero no los otros). ¡Que incongruencia! Y los miembros de la Comisión de Honores y Distinciones, que examinan las propuestas, y los componentes de la Corporación Insular, que aprueban los Honores y Distinciones, ni siquiera se sonrojan por su absoluta ignorancia de la escala de valores y seguramente se sentirán satisfechos de sus risibles decisiones. Por cierto, Manuel Lobo, como Consejero del Cabildo, ¿se autovotaría o se abstendría?
Pero lo más indignante es el otorgamiento a don Guillermone del "Honor" de Hijo Adoptivo de Gran Canaria. ¿Qué ha hecho este sujeto por nuestra isla? ¿Cuándo ha escrito un artículo en su defensa respondiendo a los feroces ataques e insultos de don Pepone Rodríguez en el Día-rrea o censurando la descarada inclinación del Jodierno Atinómico hacia Chicharrelandia, a la que beneficia infinitamente más que a nuestra isla? NUNCA. Es más no ha permitido la publicación en La Provincia/Diario de Las Palmas de los escritos del grupo de opinión Tamarán contestando a las provocaciones de ese abominable individuo ultrachicharrerón, y anteriormente franquista y ahora independentista, en los que vierte su negro odio a Gran Canaria, ni los de otras personas físicas, entre los que me cuento. Y en cuanto a lo de que ha sido propagador de la cultura me hace emitir una sonora carcajada por cuanto no ha sido más que un vulgar elogiador de auténticas nulidades musicales como los "directores" de orquesta Marsal Gols y Pedro Halffter, a los que, con el poder que le da el periódico en el que escribe sus "críticas", ha impuesto, así como a su protegido Rafael Nebot. En el aspecto cultural poseo muchísimos más méritos yo -sin vanidad ni presunción- ya que desde 1960, al regreso de mis estudios de Derecho en Salamanca, he realizado una constante actividad como comentarista musical principalmente en la prensa y radio locales, en la revista que editaba la Delegación Provincial de Juventudes Musicales Españolas -de la que fui directivo muchos años hasta su desaparición, gracias a don Guillermone y Marsal Gols-, como corresponsal de la revista musical nacional RITMO, de la de Buenos Aires NOTAS, de la barcelonesa MONSALVAT. Fui el que propuso la creación de una asociación de Amigos de la Ópera en artículos y entrevistas radiofónicas, como la que me realizara el finado Luis Jorge Ramírez en Radio Atlántico, que después se apoderó de mi idea y prescindió de mí cuando se convocó la reunión fundadora de los Amigos Canarios de la Ópera -ACO-; aparte de escribir numerosos artículos en defensa de Gran Canaria, , habiendo sido cofundador de AIGRANC y militante, una vez desaparecida esta asociación, del Partido de Gran Canaria, cuando lo acaudillaba el voluble Gregorio Toledo, que nos traicionó, y del Partido Doble Autonomía, dirigido por Arturo Cantero Sarmiento, que también fracasó por reprobables luchas internas . Y por esta labor de tantas décadas no me considero merecedor de un Honor o una Distinción, que NUNCA he buscado. He escrito y luchado por amor a mi ciudad y a mi isla, y también al archipiélago, y por consecuencia con mis ideas culturales, ciudadanas y políticas. Pero el Presidente del Cabildo de Gran Canaria, José Miguel Pérez García contrajo una deuda universitaria con don Guillermone que por lo visto no pagará mientras dure la existencia de ambos, y por ello le corresponde con la adopción insular. Este nefastísimo personajillo para nuestra cultura, don Guillermone, llegó a nuestra ciudad como simple y modesto redactor de La Provincia. Tuvo que retornar a la Península por razones relacionadas con el servicio militar, si mal no recuerdo, y al cabo de algunos años volvió aquí para hacerse cargo de la dirección de ese periódico. Mantuve con él buenas relaciones en ambas ocasiones pues él había sido corresponsal de RITMO en Oviedo, y tuvimos alguna correspondencia por carta sobre Alfredo Kraus por un comentario suyo un tanto despectivo sobre nuestro conspicuo tenor, y además yo colaboraba en El Diario de Las Palmas, que era de la misma empresa que editaba La Provincia, y don Guillermone me invitó a escribir para este periódico, y acepté. Pero en una ocasión sufrí por su parte un furibundo ataque periodístico por mi oposición a que el ineptísimo "director" Marsal Gols dispusiera a su antojo de los dineros públicos que le facilitaba Lorenzo Olarte cuando fue presidente del Cabildo, para mantener su "personal" Orquesta Sinfónica de Las Palmas. Le repliqué duramente en El Eco de Canarias ya que en "su periódico" no me hubiera publicado mi respuesta. Y este fue el fin de nuestras relaciones, que no amistad ya que por su parte no la hubo. Después de este choque frontal conocí su verdadero pelaje. Don Guillermone se hizo "gente" aquí, antes era un don nadie. Luego empezó a trepar en Prensa Canaria y alcanzó el cargo de Director General; abandonó el periodismo, limitándose a la "crítica" musical y, prácticamente, se hizo el amo de la Editorial.
Por esta razón, todos, especialmente los políticos, le temen, aún ahora que ha perdido el puesto, quizá por jubilación, que no lo sé, pero todos siguen rindiéndole pleitesía porque creen que todavía tiene poder y de algún modo puede perjudicarles con artículos desfavorables, cuando uniéndose sin tener en cuenta las diferencias ideológica le derrotarían plenamente; y otros, como José Miguel Pérez, le están agradecidos por los favores universitarios recibidos. Así son por aquí con los "conquistadores"; los temen porque tienen mentalidad de colonizados o complejo de inferioridad. Yo me niego a considerarlo "hermano adoptivo" a pesar de la "paternidad" del Cabildo, que rechazo rotundamente. Sin embargo el insigne investigador pictórico de renombre internacional por sus descubrimientos y Conservador de pintura flamenca y holandesa del Museo del Prado, el herreño Matías Díaz Padrón -que vino a nuestra ciudad a los dos años y medio de edad, y que frecuentemente visita cuando dispone de algún tiempo entre sus múltiples ocupaciones pues tiene un piso por Las Canteras. Comendador de la Orden de Leopoldo II, el máximo Honor de Bélgica, Premio Gabarrón Internacional, Premio de Canarias e Hijo adoptivo de Las Palmas de Gran Canaria-, al que propuse el pasado año para el Honor de Hijo Adoptivo no debe poseer "méritos señalados" para recibirlo. ¡Cuanta necedad y cuanto dislate por parte de estos ignaros de la escala de valores! Y ¿Qué ha realizado la comunidad indostánica por Gran Canaria para haber sido distinguida con un Roque Nublo, no recuerdo en este momento de que metal? ¡Otro inmerecido y disparatado regalo!
Si considero a la ya notable mezzosoprano Nancy Fabiola Herrera Ceballos - no Socas como apareció por error en Canarias7-, con un brillante porvenir por su calidad artística, merecedora del nombramiento de Hija Adoptiva. Pero aquí aparece otra incongruencia en los otorgamientos cual es que ella, en el mismo terreno musical que Alfredo Kraus: la Ópera, recibe el PRIMER Y MAYOR HONOR de la institución cabildicia, que he susodicho merecido, mientras que el tenor únicamente ha recibido una distinción de menor rango -el Can de oro-, siendo el MÁXIMO BELCANTISTA DEL SIGLO XX -que es la suprema categoría del cantante-, y una más relevantes figuras de la historia del teatro lírico, que aún no ha sido no sólo superado -lo que considero imposible- sino ni siquiera igualado por los tenores que actualmente destacan, y, por supuesto, por el "camaleón Plácido Domingo. A Nancy Fabiola Herrera, a la que admiro sin reservas, aún le queda carrera por delante para llegar a las cotas del eximio tenor palmense -que no dudo que alcanzará si continúa con inteligencia en el repertorio adecuado a sus peculiaridades vocales y no se lanza obsesivamente a "batir marcas" como "el tenor más grande de todos los tiempos"-, así como a las de Pérez Galdós en literatura. Y no estoy subestimándola en modo alguno puesto que la elogié sin objeciones y con total merecimiento en este periódico el 31 de Enero último con motivo de su inolvidable recital en el Teatro Pérez Galdós dentro del Festival de Música de Canarias de este año -como los lectores recordarán- sino dejando constancia de una realidad porque todo tiene su tiempo de maduración para convertirse en un espléndido fruto, que quienes no lo han respetado han sufrido desastrosas consecuencias con actuaciones plenas de irregularidades. ¡Ojalá Nancy Fabiola Herrera logre el sublime nivel artístico de Alfredo Kraus! Es lo que sinceramente le deseo pues está en el camino idóneo para conseguirlo. Por cierto, no se han tenido más noticias por parte del Cabildo sobre la Fundación Alfredo Kraus y la constitución de su museo, así como de la recuperación del concurso internacional de canto, previo acuerdo con sus hijos, que considero importante para mantener vivo su culto mundialmente, en la misma medida que el Congreso Internacional Pérez Galdós, y también sería beneficioso para el conocimiento universal de nuestras capital e isla; muchísimo más que la publicidad que pueda realizar el futbolista Silva, porque supongo que en la camiseta de la selección nacional no le permitirán llevar propaganda sobre Gran Canaria. ¿Es que ya se han arrepentido de esos proyectos?
En fin, una decepción más por parte del Cabildo de Gran Canaria en la concesión de sus honores y distinciones que necesitan urgentemente una redacción de su reglamento más razonable y acertada para que no se sigan cometiendo estos gravísimos agravios comparativos y estos palmarios errores en su otorgamiento. Además es incomprensible que el Roque Nublo, que es el símbolo de Gran Canaria, y la canción a este monolito compuesta por Néstor Álamo es su himno, tenga inferior categoría que el Can. Otro disparate y otro absurdo más.
CARMELO DÁVILA NIETO